Dugin en Shanghái (I): Las Relaciones Internacionales

Traducimos las conferencias del profesor Alexander Dugin en China. Como son conferencias orales, se puede encontrar en el texto múltiples repeticiones y formas entrecortadas de expresión típicas de las exposiciones habladas. Traducción realizada por Juan Gabriel Caro Rivera.

Conferencia dictada en la Universidad Fundan, Shanghái, China, diciembre del 2018

Esta conferencia versará sobre el conocimiento de las Relaciones Internacionales. Será dedicada a la disciplina, la ciencia, de lo que es conocido como las Relaciones Internacionales. El curso completo consta de cuatro conferencias. La primera estará dedicada a las Relaciones Internacionales como disciplina. La segunda a la geopolítica. La tercera a la teoría del mundo multipolar. La cuarta estará dedicada a China en todos estos campos del pensamiento teórico y académico.

Pero no podemos entender la lógica de este curso sin conocer lo básico de las Relaciones Internacionales, la geopolítica y la multipolaridad. Necesitamos entender que las Relaciones Internacionales son una disciplina Occidental. ¿Qué significa disciplina "Occidental" o ciencia Occidental? Ahora, en la actual situación, debemos se cuidadosos, porque conociendo la postmodernidad, la crítica a la modernidad y la antropología moderna, seremos capaces de distinguir lo que es Occidente. La ciencia Occidental y Occidente a menudo intentan imponerse a sí mismos como universales. Este es el aspecto imperialista de la mentalidad Occidental. El pensamiento Occidental es etnocéntrico, y mucho más que etnocéntrico, ni siquiera reconoce su propio etnocentrismo. Esta clase de racismo implícito es peor que el racismo explícito. Los liberales Occidentales dicen que “nosotros definimos los valores universales”, pero cuando preguntamos que significan esos “valores universales”, comienzan a explicar los valores Occidentales como universales – individualismo, libertarismo, progreso, materialismo. No hay lugar para la metafísica, el espíritu, la creencia en el alma o la vida del más allá. Esto es producto de la civilización Occidental, un producto histórico que pretender ser universal.

Cuando olvidamos que las Relaciones Internacionales, y muchas otras, sino casi todas, las ciencias que estudiamos en las universidades, son Occidentales, entonces estamos desconociendo un aspecto muy importante. Caemos en la trampa de ver estas disciplinas, teorías y ciencias como algo universal. Necesitamos recordar que estamos relacionándonos con una visión Occidental – y sobre todo en la Relaciones Internacionales más que en cualquier cosa. Porque esa es la visión Occidental de cómo son las cosas.

Además de eso, si hoy día en China o en Rusia, nos consideramos a nosotros mismos como sujetos de la historia, no simples objetos de la historia hecha por otros, entonces deberemos tener presente esta distinción. Eso no significa que debamos negar la ciencia Occidental, resistirnos a la ciencia Occidental, o ignorar la ciencia Occidental. Sino que debemos recordar que es una visión Occidental etnocéntrica. Necesitamos una especie de Muralla China en este campo epistemológico.

Cuando tu conexión de internet se detiene en las fronteras de tu país, tú estás intentando distinguir entre lo que está mal y lo que es posible en la cultura china. Necesitamos establecer la misma muralla en el campo epistemológico.

Las relaciones internacionales tratan del Estado como tal. Esto es muy importante. En el centro de esta ciencia, de esta disciplina, se encuentra el concepto de “nación”. Los Occidentales consideran que la nación es un valor político. El Occidente piensa la política en términos del “Estado nación” la cual es la norma desde la paz de Westfalia, y es su actitud formativa. La Nación es un Estado nacional (Etat-Nation), no es ni el pueblo ni el grupo étnico. Las Relaciones Internacionales son relaciones entre Estados. ¿Qué clase de Estados? Estados Occidentales modernos. Este es el primer y más importante principio. Cuando estamos tratando con el concepto de Estado, estamos tratando con un concepto histórico Occidental acerca de cómo la realidad política debe ser organizada y estudiada.

Este es el paradigma moderno. “Paradigma moderno” significa Occidental, pero no toda la historia de Occidente, sino sólo la modernidad. La modernidad transformó la mentalidad Occidental y sólo ha recuperado parte de la mentalidad tradicional Occidental de la Edad Media y la Antigüedad y la ha transformado en algo distinto, una nueva versión. Las Relaciones Internacionales nacieron como disciplina a comienzos del siglo XX. Es Occidental y moderna. La modernidad Occidental es diferente a la premodernidad Occidental. Esto es muy importante desde un punto de vista histórico.

El siguiente punto es que siempre existe una jerarquía implícita en las Relaciones Internacionales. Podríamos decir que es una jerarquía “oculta”. El concepto Occidental de Relaciones Internacionales está basado sobre la idea de que existen ejemplos de Estados “normales” y relaciones “normales”, y son precisamente las del mundo Occidental. Todo el resto se consideran que son subdesarrolladas o no-Occidentales, pero se esfuerzan y tienden a volverse Occidentales. Esta es una clase de jerarquía.

Estos son los cuatro principios que se deberían recordar al estudiar las Relaciones Internacionales, y, sugeriría, también otras ciencias. Las Relaciones Internacionales son una disciplina Occidental y moderna. La ciencia no es universal, sino que está definida histórica, geográfica y étnicamente. Refleja el etnocentrismo o “Eurocentrismo” Occidental.

Las Relaciones Internacionales no son universales, sino que reflejan un punto de vista de la parte Occidental de la humanidad. Esto nos abre la puerta para preguntarnos como los no-Occidentales debería ver las teorías de las Relaciones Internacionales. ¿Son posibles? ¿Son deseables?

Las Relaciones Internacionales son una disciplina moderna que trata con el Estado moderno y el sistema internacional creado bajo el tratado de Westphalia, cuando se produjo el paso del sistema internacional de la premodernidad a la modernidad, cuando los Estados nacionales soberanos fueron aceptados como actores normativos en la política global. Este no era el caso antes, cuando la religión y las dinastías jugaban un papel esencial. No existía un concepto de cálculo puramente racional en los intereses nacionales o del cuerpo del soberano en el Estado. En lugar de ello el Estado tenía una misión, una misión religiosa, una dimensión religiosa – como lo era la política católica en Europa. Con el fin de la Guerra de los Treinta Años, un nuevo sistema político fue establecido y aceptado como universal, normativo, progresivo, y necesario para todo el mundo.

Las R.I. nacieron a comienzos del siglo XX en Inglaterra y Suiza como una “tentativa” de conceptualizar la ciencia política internacional, y ahora está establecida como una ciencia académica reconocida y una disciplina de Occidente, e imitando a Occidente en todas partes. Cuando enseñó Relaciones Internacionales en Rusia es exactamente igual a como son representadas en el resto del mundo.

Entonces, las Relaciones Internacionales estudian las relaciones y las interacciones entre los Estados. El tema fundamental son las relaciones de Estado a Estado, no de persona a persona o de cultura a cultura. El Estado es considerado como el Estado Occidental moderno – soberano y secular. Secular significa que no existe un aspecto religioso o una misión reconocida por el Estado, es completamente racional. La soberanía significa que no existe un gobierno mucho más alto que el del Estado. El Estado es el punto más alto. No existe un dios sobre el Estado y el Estado es el profeta de sí mismo. Esta es la clase de absolutización del Estado que hace cualquier cosa. No existe otra autoridad. Ese es el concepto básico de soberanía. El soberano es quien no es gobernado por nadie más o recibe su legitimidad de alguien más. Esa es la definición de soberanía de Jean Bodin. Fue aplicada primero por los protestantes a la política, y dirigida en contra de la autoridad de la Iglesia Católica, la cual pretendía ser una autoridad supranacional por encima del Estado, y después de eso fue reconocida como norma. La esencia de la soberanía es moderna, y es anti-imperial.

Por ejemplo, en la historia china, de acuerdo con el profesor Zhao Tingyang [1] (赵汀), existe el badoo (霸道) y wangdoo (王道). Badoo (霸道) es el poder basado en la fuerza de la hegemonía, el cual no reconoce ninguna otra autoridad. Wangdoo (王道) es una especie de poder moral y espiritual o místico del emperador. Este no es solamente más grande, sino es completamente diferente, un cambio cualitativo. No es soberanía. Es una misión. Wangdoo (王道) es una misión. La soberanía es moderna y es badoo (霸道).

El Estado es concebido como separado de la religión, las tradiciones étnicas, la cultura y la civilización. El Estado es nacional. ¿Pero qué significa nacional en la política moderna? El Estado está basado en la ciudadanía individual. El concepto de Estado normativo considera al individuo como sujeto del Estado., y todos los individuos, unidos en el Estado nación, son los ciudadanos. Quien no es ciudadano está fuera del Estado. Todos los ciudadanos son políticamente iguales. El concepto de Estado nación es burgués y moderno. No es tradicional. No reconoce clases u otras formas de profesión o diferentes capas de la sociedad – ellas no tienen significado político en el Estado nacional moderno. La nacionalidad está basada en la ciudadanía individual.

El Estado moderno, como sujeto de las Relaciones Internacionales, sin una misión, seria racional, egoísta y tiene un interés nacional claramente calculable. Es un organismo racional. La nación es una creación racional la cual existe en función de organizar a los individuos y proponerles alguna clase de orden y estructura. Si los individuos no son felices con ella, pueden cambiarla. Ese es el concepto de “tratado público social” (contrato). Porque el Estado no tiene nada de trascendental, nada por encima de él, ninguna misión, puede ser rehecho, recreado, destruido, y creado de nuevo, si los individuos o los ciudadanos deciden hacerlo. Está basado en un tratado público o en un acuerdo, esa es la naturaleza contractual del Estado moderno. Es casi como un acuerdo entre, por ejemplo, grupos económicos. Ellos pueden decidir poner su capital junto, y pueden decidir ya no hacerlo y crear una nueva firma. Entonces el Estado es concebido o pensado como una especie de firma comercial. Estas son sus raíces burguesas.

Se cree que el Estado moderno es soberano, entonces no existe autoridad superior a él. Y el Estado moderno es opuesto al Imperio. Es opuesto al Estado religioso, a la comunidad arcaica. Está basado en el concepto de progreso. Es visto como algo que viene históricamente “después” del Imperio, los Estados religiosos y las comunidades arcaicas, todas ellas consideradas como premodernas, mientras que el Estado moderna es la forma de organización política más “novedosa” y “progresista”. Así que el Estado moderno, como concepto burgués, sólo adquiere sentido cuando se lo contextualiza dentro del “progreso”. Si desafiamos el concepto de progreso, todo caerá hecho pedazos. Ningún Estado moderno tiene significado fuera del progreso. Progreso, modernidad y Estado moderno van juntos. El concepto de progreso está contenido en el Estado moderno.

La jerarquía implícita en las Relaciones Internacionales concibe todos los Estados como “Occidentales” o “similares a Occidente”, “modernos” e “iguales”, y cosas por el estilo. La realidad es diferente, porque los Estados, como son, no son como se cree iguales. Existen Estados grandes, Estados enormes y Estados pequeños – todos ellos son soberanos, y todos tienen su lugar dentro de las Naciones Unidas, pero Mónaco y Luxemburgo – Estados soberanos – y China, son incomparables, como un gran sol frente a un diminuto grano de arena. No son iguales.

Pero, curiosamente, la jerarquía de las Relaciones Internacionales contradice que cada Estado soberano es igual a otro [2]. De todos modos, existe y existen debates en las Relaciones Internacionales sobre cómo explicar y representar esta jerarquía. El viejo racismo Occidental juega un rol importante aquí [3]. El racismo apareció en la época colonial y, poco a poco, paso a paso, clasificó en tres clases humanas. El racismo declara que existe una primera clase de humanidad – la humanidad “blanca”, una segunda clase la humanidad “amarilla”, y una tercera clase la humanidad, la más inferior, la humanidad “negra”. Esto se reflejó en la “antropología” del siglo XIX, en Morgan, por ejemplo, con algunas explicaciones de estos términos. El “blanco” significa “civilización”; “amarillo” significa “barbarie” o “cuasi-civilizados” y “negro” significa “salvajismo”, o “salvajes” sin ninguna idea de civilización, viviendo en el bosque como recolectores, pequeños campesinos o cazadores.

Podemos ver lo mismo en las Relaciones Internacionales de ahora – aunque formalmente sin racismo, porque fue desacreditado por la Alemania Nazi – donde existe una jerarquía implícita, no oficial que divide todos los países en tres grupos: el Primer Mundo, o el centro del sistema en Wallerstein [4], que es el Norte rico. Es la civilización Occidental, blanca, europea y americana. Es el viejo racismo, en el que los “blancos” son el Primer Mundo porque ellos son más “progresistas”, ricos, “más desarrollados”, tienen más “derechos humanos”, son más liberales, libres y felices. Esta es la vieja historia normativa y etnocéntrica del sistema imperialista, hegemónico y colonial. Aunque ahora no está “conectado” al racismo, el Primer Mundo es un concepto racista. Es la trasposición del antiguo racismo al nuevo plano político liberal. El Segundo Mundo en el sistema de Wallerstein es llamado la “semiperiferia”, representada por China, América Latina, India y algunos Estados orientales, presentados como la “barbarie”. El Occidente dice que ellos son “corruptos”, “autoritarios”, “totalitarios” y no poseen “derechos humanos”. Ellos tienen regímenes cesaristas dictatoriales y corruptos, pero son como “nosotros” – como el Primer Mundo – en la “forma”, y nosotros los “ayudaremos” a desarrollar los derechos humanos, los valores liberales, la transparencia para que algún día nos alcancen y sean también “blancos”.

Entonces existe el Tercer Mundo. Esa es la periferia y, como Thomas Berger y Huntington decían, este es el “resto” de “Occidente y el resto”. Es subdesarrollado y está bajo la influencia de los hegemones del Segundo y Primer Mundo.

Esta es más o menos la jerarquía implícita. Los autores más honestos, como Krasner [5], Hobson [6] y otros reconocen esta jerarquía. Pero este es un momento vergonzoso, porque reconocer la jerarquía implícita en las Relaciones internacionales es lo mismo que reconocer la naturaleza “racista” en la forma liberal de pensar. Este es un problema para la “corrección política”, así que intentan evitar ese aspecto. Pero está implícito, en cualquier caso presente.

Ahora veremos el contenido de la ciencia de las Relaciones Internacionales.

Las Relaciones Internacionales como disciplina tienen diferentes escuelas. Son diferentes en muchas formas. La primera escuela “clásica” que fue establecida fue la escuela positivista. ¿Qué significa “positivismo”? Positivismo significa que esta escuela reconoce la existencia de una realidad “externa” o “material” que es el tema de las Relaciones Internacionales. Existen Estados, interacciones entre los Estados, naciones y economías, y estas existen independientemente de cómo nosotros las describimos. Existen hechos positivos que nosotros observamos, estudiamos y exploramos dentro del tema de las relaciones. Esta es la visión pre-mecánica-cuántica de la realidad. Es el “viejo materialismo” que cree que todo existe por sí mismo, y que la presencia humana describe o trata con esta realidad positiva que siempre está afuera y es independiente de nuestra interpretación. Nuestra interpretación depende de la realidad, la cual no depende de nuestra interpretación, sino que es independiente.

Existe la escuela post-positivista, la cual ha ganado más y más importancia en la ciencia de las Relaciones Internacionales. Está basada sobre el postmodernismo, especialmente en la epistemología de Michel Foucault, la cual niega la existencia de los hechos positivos y describe los hechos positivos como una lucha epistemológica. De acuerdo con Foucault la voluntad de saber es la voluntad de poder. Esta es la base ontológica hipercrítica del postmodernismo, que no cree en la existencia de nada fuera de nuestro entendimiento. Esta es la visión de la mecánica cuántica. En la mecánica cuántica la posición del observador está conectada al proceso mismo. Los procesos con o sin observador son diferentes. Este es un concepto introducido por la filosofía postmoderna basada en la deconstrucción del discurso. Según los postpositivistas no existen las Relaciones internacionales. No existe el Estado sin explicaciones, documentos y textos. Todo es escritura, todo es habla y discurso, y al cambiar el discurso cambiamos la realidad. Esto es muy importante. Sugeriría a los estudiantes chinos estudiar con mucha atención la postmodernidad. Es un campo de investigación en crecimiento, y si no comprendemos los principios básicos del postmodernismo, no podremos entender nada del Occidente actual. Porque el Occidente actual nos afecta, no seremos capaces de entendernos a nosotros mismos sí no comprendemos la postmodernidad. La semiperiferia no le presta suficiente atención a la postmodernidad. Necesitamos estudiarla porque, de lo contrario, nos engañaremos fácilmente en muchos aspectos.

La escuela postpositivista no cree en la existencia de la realidad material. Ella piensa que la realidad material es creada en el proceso de hablar, pensar y discutir sobre esta “realidad material”. Esta es la concepción del último Wittgenstein que consideraba que no existen hechos positivos, porque todo hecho positivo estaba cargado de una interpretación. Son los “juegos del lenguaje” los que crean la realidad. Sin sentido, no existen las cosas. Las cosas nacen en el proceso de los juegos del lenguaje. Este es el principio básico de la postmodernidad.

La escuela postpositivista desafía el statu quo de la ciencia moderna en general y de las Relaciones Internacionales en particular. Los postpositivistas atacan a la escuela positivista como “idiota” afirmando que pertenece al pasado. Los postmodernistas son también progresistas, pero progresistas críticos. La mayoría de ellos son de izquierda, pertenecientes al marxismo cultural, el trotskismo, el nihilismo y un sinfín de escuelas izquierdistas, socialistas y pro-comunistas. Esa es la razón por la que el postpositivismo desafía el orden existente. Es un tanto revolucionario en la medida en que pretende transformar la epistemología de las Relaciones Internacionales y esto significa transformar la realidad, que es igual al discurso sobre la realidad. Este es el texto en la versión de Derrida. No existe nada además del texto. Si cambiamos el texto, cambiamos la realidad. Este es el aspecto revolucionario de la escuela postmodernista y postpositivista.

La escuela positivista existe desde hace cien años y está establecida con debates, diferentes conferencias y cientos de miles de libros y manuales escritos a favor de una u otra teoría. Y existen controversias.

Pero el postpositivismo en las Relaciones internacionales es nuevo y está ganando cada vez más y más terreno, y tiene que ser tenido en cuenta. En cualquier conferencia de las Relaciones Internacionales habrá un representante de esta escuela. Son escandalosos y pueden parecer marginales, pero ya son parte de la disciplina. En los manuales dedicados a las Relaciones Internacionales, existe una parte dedicada a la exposición de las doctrinas postpositivistas. Ya no son una innovación. Ahora son parte de la disciplina, aunque estén creciendo y desarrollándose, y siguen siendo controversiales y escandalosos, pero son parte de la disciplina.

Existe una tercera clase de escuela de las Relaciones Internacionales que no existe aún como una teoría académica aceptada. Pero ha aparecido y comienza a expandirse. Solo ha dado sus primeros pasos. La llamó la escuela multipolar que está en proceso de creación. No existe como una escuela establecida aún, sino que está dando sus primeros pasos. Es precisamente a esta escuela que dedicaré mi tercera conferencia, pero para poseer una visión general de las relaciones internacionales debemos introducirlas primero.

La escuela multipolar desafía el etnocentrismo, la modernidad, el universalismo y la hegemonía global Occidental. Alberga ciertos paralelos con las estructuras postpositivistas. Está basada en la premisa de que existen varias civilizaciones, lo que no afirman los postmodernos. Los postmodernos son universalistas, progresistas y creen en la liberación, la democracia y la ilustración, pero pretender “iluminar la ilustración”, “desarrollar el desarrollo” y “hacer la modernidad más moderna”. Creen que la modernidad no es lo suficientemente moderna. Pretender liberar y llevar a sus últimas consecuencias el proceso de liberación. La postmodernidad es una clase de modernismo futurista.

La escuela multipolar no acepta el progreso lineal ni el estatus normativo de Occidente. El sistema multipolar trata con diferentes civilizaciones, sin ninguna jerarquía. Se basa en la incomparabilidad completa de las diferentes civilizaciones, que debemos estudiar sin tener en cuenta el estado normativo de Occidente. Ese es el nuevo aspecto de la multipolaridad. Se basa en el pluralismo antropológico y en una evaluación positiva de la diversidad. Aquí el concepto del Otro se estudia de manera completamente diferente que en el enfoque occidental tradicional. Podemos decir que el enfoque multipolar no es occidental, y es una escuela de Relaciones Internacionales antioccidental. Eso explica por qué no está tan desarrollado y por qué no está presente en los manuales, y por qué no se menciona durante las discusiones y debates. Se encuentra fuera de lo que se entiende globalmente como occidentalocentrismo. No es el eurocentrismo. Así que no es casual que esta teoría haya sido desarrollada en la semi-periferia. Basado en la nueva antropología de Eduardo Viveiros de Castro y de Eduardo Kohn, que afirma que las tradiciones arcaicas tienen su propia ontología y gnoseología y que debemos aceptarlas como humanas y no como subhumanas, como lo hace la epistemología Occidental progresista y racista. 

En cuanto a las principales escuelas positivistas en las Relaciones Internacionales, hay dos escuelas principales: el realismo, representado y fundado por Morgenthau y Carr, y el liberalismo, representado por Angell, el presidente estadounidense Woodrow Wilson y Zimmerman. En cualquier universidad normal, se puede aprobar los exámenes si comprendemos el realismo y el liberalismo, porque estos son los principales enfoques que enseñan sobre las relaciones internacionales en las instituciones convencionales, normativas, occidentales (y no occidentales).

¿Qué es el realismo en las relaciones internacionales? El realismo es la idea de que no debe y no puede haber organizaciones supranacionales. Los realistas creen en la soberanía en el sentido que he explicado. Debido a que los realistas creen en la soberanía, piensan que existe un caos en las Relaciones Internacionales. El caos en las Relaciones Internacionales es algo distinto del "caos" en el lenguaje normal. No es desorden, sino la ausencia de un nivel más alto de autoridad que podría obligar legalmente al Estado a hacer cualquier cosa. Los Estados son absolutamente libres, y si no pueden ser obligados a hacer una cosa o impedir que hagan otra o castigarlos legalmente, entonces solo puedes castigarlos y obligarlos ilegalmente. De modo que las relaciones internacionales como campo siempre se basan en este caos, porque la soberanía es soberana, y al reconocer la soberanía como un principio absoluto, solo puede haber relaciones de poder. Si eres más poderoso, puedes obligar a otro, pero no por ley, legalmente, sino por la fuerza. Esto es posible y normal, eso es realismo. Mides fuerzas. Por ejemplo, ¿Cómo pueden sobrevivir los países y los Estados? Siendo el "más grande" o el "más grande" entre los "grandes". Por ejemplo, hay una pequeña Ucrania y una gran Rusia. Rusia ataca a Ucrania y Ucrania llama a Washington y dice: "Por favor, vengan, los rusos nos atacan", y los rusos no vienen. Siempre hay una situación abierta. Pero cuando los ucranianos reprimen a los rusos que viven en Ucrania, llaman a Rusia: "Moscú, por favor, ayúdanos, queremos volver a la Madre Patria". Todo aquí no es "legal" o "igual", son relaciones de poder. Si puedes hacerlo, hazlo. Invade Crimea, invade Taiwán, invade Hong Kong, si puedes hacerlo. No tienes que esperar cuando eres lo suficientemente fuerte. Esa es la actitud realista. Puedes aceptar que te sentirás decepcionado con alguna posición, y puedes ser un perdedor, o podrías ser un ganador; podrías lamentarlo o podría comenzar una guerra, y puedes hacer la paz. La guerra no es el destino en esa situación, pero es posible, y es real durante toda la historia.

Eso es realismo, la idea de que todo será así para siempre, como en la historia, como ahora y por la eternidad. La mayor parte de los expertos norteamericanos son realistas. Cuando hablamos de Occidente, y sobre todo de los Estados Unidos o Gran Bretaña, al menos la mitad de los expertos, tal vez más, son abiertamente realistas. Eso no es nacionalismo, ni es fascismo, sino que se llama realismo en las Relaciones Internacionales, que representa una escuela de pensamiento que es implícitamente eurocéntrica, y se creó en Europa sobre la base del concepto normativo del Estado y la soberanía.

La otra "mitad" de los expertos son liberales. ¿Qué es el liberalismo en las Relaciones internacionales? Es diferente del liberalismo en las artes, la política y la economía. El liberalismo posee un significado muy concreto y preciso en las Relaciones Internacionales. No es liberal un chico inconformista risueño quien es amigable, mientras que los realistas son halcones malvados y agresivos. ¿Qué significa entonces? Que existe un progreso en las Relaciones Internacionales, que está precedida de un sistema de Estados, o un sistema realista, tendiendo hacia un nuevo sistema con un gobierno mundial. La idea de liberalismo en las Relaciones Internacionales reconoce la necesidad de crear un nivel supranacional de toma de decisiones que deberá ser aplicado legalmente a todos los Estados. Es la creación de otro tipo de Estado – un Estado por encima de los Estados. En este sentido, cuando un gobierno mundial este establecido, todo mundo deberá seguir las órdenes de este gobierno mundial justo como todo ciudadano sigue las órdenes del gobierno de su Estado nación. Es el mismo sistema, pero establecido a un nivel global, planetario. Se explica gracias al concepto de progreso. Tanto los progresistas como los liberales son progresistas, pero los realistas lo aceptan en un sentido relativo, mientras que los liberales creen en él más que en cualquier otra cosa. Existe también el pacifismo entre los liberales, porque ellos tal vez consideren la guerra como un gran mal e intentan evitarla a través de la manipulación y la destrucción de quienes no piensan como ellos. La guerra es para ellos matar a quienes no aceptan el gobierno mundial.

Esta idea, al igual que los derechos humanos, está basada en el liberalismo de las Relaciones Internacionales. Intenta hacer a los ciudadanos y a los humanos iguales, lo cual solo es posible aún nivel supranacional si nosotros reconocemos los mismos derechos de un ciudadano, como parte de un Estado Nación, y al ser humano como un ser con ninguna conexión concreta a un estatuto político, en una versión cosmopolita. Si tú reconoces ambos como legalmente iguales, entonces necesitarás de un gobierno mundial para impulsarlo y obligarlo. Necesitarías de alguna clase de nivel de autoridad para poder obligar a los diferentes Estados Nación a tratar a los seres humanos del modo en que el gobierno global de los liberales piensa que deben ser tratados legalmente. El liberalismo intenta debilitar a los Estados Nación, al reducir su soberanía, e instalar un orden internacional en lugar del caos. Esta es la otra mitad de los expertos occidentales de las Relaciones Internacionales.

El liberalismo en las Relaciones Internacionales es globalización, cosmopolitismo, individualismo, ideología de los derechos humanos, progreso, y la idea de destruir los Estados nación y destruir cualquier clase de ciudadanía para crear una “ciudadanía mundial”. Para lograrlo, es necesario disolver los Estados nación, porque ellos pretenden ser soberanos.

El debate de estas dos escuelas representa la historia del siglo XX. La creación de la Liga de Naciones después de la Primera Guerra Mundial, la creación de las Naciones Unidas, el Tribunal de la Haya, la Unión Europea, y la Corte Europea de Derechos Humanos – todos estos fueron intentos de implementar la teoría liberal de Relaciones Internacionales. No se trata de un acuerdo entre los Estados, sino que es el liberalismo en las Relaciones Internacionales. Está basada en el progreso y la afirmación de que el Estado Nación no es perfecto, como dicen los realistas, sino que es una etapa del desarrollo humano social, político y cultural.

El globalismo y la globalización son la primera la primera teoría, en el pensamiento, no en los hechos. Es un discurso representado por los liberales. El liberalismo en las relaciones internacionales abiertamente clama la creación de un gobierno mundial y la deconstrucción de los Estados Nación. No se trata de una teoría conspirativa. Es parte de los manuales, la cual tú puedes ver si lees con cuidado los manuales existentes sobre Relaciones Internacionales en cualquier país. Quizás resulte sorprendente descubrir que el concepto de gobierno global no es una teoría conspirativa o la idea que una pequeña élite pretende imponer, sino que es una teoría abiertamente reconocida – una de las dos principales teorías reconocidas en las Relaciones Internacionales.

Existen otras dos escuelas también positivistas. Una de ellas es la escuela inglesa que es una especie de “camino intermedio”. Los representantes de esta escuela dicen que debe existir la soberanía de los Estados, y no el gobierno mundial, pero los Estados más desarrollados deben crear un “club” que no castigara, sino que “excluirá” o hará presión sobre los otros – ese sería el G8 que fue transformado en el G7. Rusia fue castigada por el “club” en la escuela inglesa. Fue ilegal. No existen instituciones – solo el club. Ellos pueden aceptar a alguien y excluir a los otros. Esta es una constante de la escuela inglesa – existe el orden, pero está basado en los acuerdos y reglas del club – no en la ley, un gobierno mundial, sino en un club global. Hedley Bull, John Burton y Barry Buzan, quien es el más brillante de los expertos de la escuela inglesa – me gusta mucho – y quien explica la transformación del sistema internacional a través de la historia, es una sociología histórica de las Relaciones Internacionales.

Existe también la escuela marxista de las Relaciones Internacionales. Pero no es conocida por nosotros porque no es estalinista, maoísta o soviética. Es más bien trotskista. Nuestra política china y rusa y las tradiciones en China y Rusia estaban basadas en el realismo, con algunos “detalles” especiales acerca del progreso, socialismo, sistemas sociales, pero eran más o menos abiertamente ruso-céntricas o chino-céntricas. Pero la escuela marxista de relaciones internacionales es otra cosa. Afirma que existe un mundo global desde el principio: el capitalismo. El capitalismo es global y la división entre Estados Nación es una especie de formalidad que no representa la realidad. El capitalismo nació en Occidente, y debió expandirse por toda la tierra. Y sólo cuando todo el mundo sea capitalista y sea liberal, ya no habrá más naciones, pueblos o razas, sino solo clases – sólo dos: la capitalista arriba, de naturaleza internacional, y el proletariado abajo, también internacional. Los marxistas en las Relaciones Internacionales están en contra de los ejemplos de Rusia y China porque para ellos son alguna clase de “versión nacional” del comunismo. Ellos insisten que las Relaciones Internacionales – todas – deben ser absolutamente internacionales – sin nacionalidad, sin tradición, sin lenguaje, sólo relaciones de clase entre los burgueses internacionales y el proletariado internacional. Y cuando sean internacionales significará que el capitalismo ganó. Y después vendrá la revolución. Pero antes, debe ser global. Así que ellos son muy cercanos a los liberales: “déjenlos ganar y después vendremos nosotros”. Este es el concepto de multitudes e Imperio de Negri y Hardt [7].

Estas son más o menos las dos principales escuelas, que representan la mayor parte de las Relaciones Internacionales. En los Estados Unidos, por ejemplo, todo mundo es ya sea liberal o realista. Esa es su posición normal, incluso en los debates. Trump es realista y Hillary Clinton es liberal. Entonces puede haber realistas buenos, realistas malos, liberales locos – no importa. Hablamos de ideas.

Pero la escuela postpositivista es más interesante en mi opinión. Existen teorías normativas que, si nosotros creamos una norma, ella no refleja la realidad, pero crea la realidad y todos seguirán la norma. Si castigas a alguien en la calle por violar alguna norma, poco a poco esta norma, que no refleja nada, crea en las personas un comportamiento “correctivo” por esta norma. Al cambiar las normas, cambiamos la realidad – esta es la versión modesta del postpositivismo.

La teoría crítica de Cox [8], Gill [9] y Linklater [10], intentan criticar las ideas liberales y realistas que son inconsistentes con un punto de vista postmoderno, mostrando que defienden el statu quo y son parciales – política, intelectual y estructuralmente. La teoría crítica muestra cómo el discurso de las Relaciones internacionales es parcial. Ese es su principal propósito. La teoría postmoderna, como la de Ashley [11] y Der Derian [12] dicen que las Relaciones Internacionales consisten únicamente en textos y solo textos. Esta es la aplicación de Derrida a las Relaciones Internacionales. Si deconstruyes los textos, veras que no hay nada detrás de ellos. Todo está basado en información corrompida de los acontecimientos. Si cambias la información de los acontecimientos y reordenas los hechos”, inmediatamente obtienes una imagen distinta de la realidad. Este es el “perro persiguiendo su cola”. El poder suave es una parte aplicada de esta idea. La teoría postmoderna está basada en la deconstrucción de los discursos de las Relaciones Internacionales.

La siguiente sería la teoría feminista de Enloe [14], Tickner [14] y Donna Haraway [15]. El feminismo en las Relaciones Internacionales afirma que todas las Relaciones internacionales han sido hechas, concebidas, descritas, propuestas y promovidas por hombres en una especie de jerarquía… Si ponemos a la mujer en lugar del hombre, ella seguramente creará la paz, la prosperidad, la amistad y las buenas relaciones entre los países. No habrá Estado, ni patriarcado, ni jerarquía, ni verticalidad en las Relaciones Internacionales. Será una descripción completamente diferente de la realidad. Si una mujer no pretende ser un hombre al tratar las Relaciones Internacionales, y si la mujer intenta continuar siendo “la mujer” y describir la realidad desde el punto de vista de la mujer, entonces se producirá una construcción completamente diferente de las Relaciones Internacionales. Es la relativización del dominio masculino en las Relaciones Internacionales. Es una teoría en desarrollo, y sugiero tomar el feminismo en serio. No es un chiste; es parte de la civilización moderna.

En la sociología histórica de las relaciones Internacionales, Hobden y Hobson [16] intentan poner en su contexto el discurso sobre las Relaciones Internacionales. Criticando el punto de vista occidentalocéntrico y eurocéntrico.

Y existe la teoría constructivista de Onuff [17], Katzenstein [18] y Wendt [19]. Afirman más o menos lo mismo que los otros. Parten de que es necesario reconstruir, y no sólo deconstruir, las Relaciones Internacionales. La principal tesis de Onuff es que “nosotros construimos el mundo”. Vivimos en el mundo el cual nosotros hacemos. No existe el mundo. El único mundo que existe es el que nosotros hacemos. Esta es su idea principal. Se trata de una alucinación o imaginación inmóvil y congelada. No existe la realidad positiva, entonces creamos el mundo que soñamos, el mundo que queremos. Es posible ya que vivimos en un orden imaginario.

La escuela multipolar, de la que solo evocaré algunos aspectos, incluye el eurasianismo y la teoría del mundo multipolar y la cuarta teoría política, que es precisamente en lo que estoy trabajando. Hay muchos textos que son más o menos aceptados como la posición de la estrategia rusa en las Relaciones Internacionales y la tradición de realismo ruso. Está ganando popularidad en Rusia. Puedes ver cómo Putin ha creado la Unión Euroasiática. La multipolaridad es muy importante y ha sido abordada por el Ministro de Relaciones Exteriores, Lavrov. Eso es algo en lo que estoy trabajando.

Existe la escuela china, que incluyen a Zhao Tingyang (赵汀阳) [20], Qin Yaqing (秦亚青) [21], Yan Xuetong (阎学通) [22], y Zhang Weiwei (张维为) [23]. El concepto de aproximación de estos autores no es solo el realismo, aunque Yan Xuetong es realista. Sin embargo, todos ellos intentan partir de las singularidades de la civilización china y sobre todo del concepto de Tianxia Tixi (天下体系), la cual remite a las relaciones históricas chinas con otros pueblos como algo no puramente hegemónico, ni por la fuerza ni impuesta. Vietnam es un ejemplo muy interesante. Aceptó la cultura china en todos sus detalles, pero jamás reconoció su control físico directo, por medio de la fuerza bruta, y luchó en contra de China en sus intentos de someterla y al mismo tiempo siendo parte del universo chino, y opuesto al caso de Japón que subyugó a Corea, el imperio de Tianxia (天下), no es sólo China como Estado, sino China como polo de civilización con múltiples aristas. La idea de defenderlo en la situación actual es una idea revolucionaria, porque desafía todos los otros discursos, justo como el Eurasianismo desafía el occidentalocéntrismo. Existen muchas similitudes entre ellos.

Existe también la Nueva Derecha europea de Alain de Benoist, el GRECE francés y la Nueva Derecha francesa. No son liberales, sino antiliberales, no son nacionalistas, sino europeístas, ni católicos ni cristianos, sino paganos, con muy interesantes ideas para recrear la civilización europea premoderna. Porque ellos viven en el interior de la globalización y la civilización moderna Occidental sus observaciones y teorías son muy importantes para los países y culturas fuera de Occidente.

La Teoría de la Insubordinación Fundante [24] es una teoría muy interesante de Marcelo Gullo Omodeo de Argentina el cual representa la idea de que, básicamente, América Latina no debería estar sometida a América del Norte y el orden global mundial. Esta es una idea muy famosa y desarrollada en América Latina. Está creciendo en importancia. Marcelo Gullo Omodeo hace parte del discurso multipolar el cual es completamente nuevo en las Relaciones Internacionales.

Y existe el autor brasileño André Martin, con su O Meridinalismo, el cual expone la idea de que el Sur debe ser una unidad alternativa al Norte, no siguiendo o intentando igualar al Norte, sino crear diferentes relaciones entre América Latina y, por ejemplo, África y los países del Sudeste Asiático. Este es un concepto muy importante basado en la multipolaridad.

Lo que es importante en todas ellas es que retan el eurocentrismo. Consideran que las Relaciones Internacionales son provinciales en su Estado presente, conceptos provinciales Occidentales como pretendidamente hegemónicos, universalistas, colonialistas, imperialistas. Intentan reducir la teoría de las Relaciones Internacionales a un contexto mucho más amplio, defendiendo los derechos de los pueblos y civilizaciones en lugar de los Estados Nación o el gobierno mundial. Existen liberales, realistas y postmodernistas.

Podemos considerar los debates en las Relaciones Internacionales, entre realistas y liberales en las Relaciones Internacionales. Esa es la mayor parte de la ciencia. La disciplina de las relaciones Internacionales está dedicada a esta pregunta: como los liberales consideran que es posible la paz si reducimos la soberanía de los Estados, y como los realistas responden lo contrario, porque todos intentan usar las instituciones internacionales a su favor. Los realistas dicen que las Naciones Unidas son un fracaso, los liberales dicen que es mejor a que no existan instituciones internacionales. Existen miles de libros al respecto. Claramente lo que es discutido en Occidente al nivel práctico en las Relaciones Internacionales gira alrededor de ello. Los norteamericanos hablan con honestidad acerca de esto y llaman las cosas por su nombre. No tienen vergüenza y hablan acerca de la hegemonía, el realismo, el caos, el internacionalismo, confrontan sus argumentos y se atacan mutuamente. Pero son honestos al respecto y solamente ellos lo son. Cuando se va Europa solo existe la corrección política. No existe el realismo en Europa. Es imposible. En Europa los realistas en las Relaciones Internacionales son “fascistas”, con los que no existe la cordialidad. Existe una cantidad aplastante de liberales en las Relaciones Internacionales en Europa. En las manuales seguramente leerás las disputas de los realistas como Morgenthau, Carr y el caos en las Relaciones Internacionales, pero en los debates oficiales de la diplomacia europea, prevalece exclusivamente el liberalismo en las relaciones Internacionales. Y la práctica de esto es la Unión Europea, la cual es una estructura supranacional que revela cómo el liberalismo en las Relaciones Internacionales es una realidad. No es una broma. Son liberales. Antes existían diferentes posturas, como el gaullismo de Charles de Gaulle por ejemplo. El realismo ha existido en la historia de Europa, y toda su historia moderna fueron luchas, guerras y peleas entre naciones, pero hoy el liberalismo es absoluto y prevalece sobre todo. El realismo no es reconocido. Es hipocresía. Promueven los derechos humanos siempre y en todas partes, incluyendo cuando destruyen un país para robarle sus recursos, como por ejemplo libia, pero todo fue por los “derechos humanos”. Puedes matar en favor de los derechos humanos, invadir, destruir y apoyar a islamistas radicales si eso apoya los “derechos humanos”. Los estadounidenses dicen “es nuestro negocio, y los negocios son negocios, no es nada personal” y cerramos nuestros ojos cuando hablamos de Arabia Saudita en algunas situaciones porque son nuestros aliados, y los abrimos cuando hablamos sobre Rusia y cuando nada pasa en Rusia simplemente lo imaginamos e inventamos una historia.

En ese sentido, reconozco a los Estados Unidos como un ejemplo de un lugar normal y honesto de debate entre realistas, quienes son considerados como una parte completamente normal de la sociedad – la mitad de los estadounidenses son realistas – y la otra mitad son liberales, quienes intentan satanizar a los realistas ahora, y esto es lo que sucede en Europa, con la elección de Trump. Es realista, es honesto, son aliados, América Primero, y los liberales argumentan que “no, no eso es nacionalismo”. Y los liberales han perdido. Eso demuestra que el realismo representa la mitad del espectro político de la elite política de los Estados Unidos, y ellos mismos reconocen que “no es algo personal”. Simplemente es una escuela de las Relaciones Internacionales pura y honesta en los Estados Unidos de América. En la Europa contemporánea no existe claramente esta posibilidad. Los liberales satanizan a los realistas llamándolos “fascistas”, “extremistas”, “agentes de Putin”, “hackers rusos” y demás. Pero ahora, en Italia, Hungría y algunos otros países existen, por ejemplo, gobiernos realistas. Existen realistas de izquierda y de derecha. El realismo existe en Europa a pesar de la corrección política y el globalismo.

El otro debate – mucho más interesante y cargado con ironía y humor – es el que existe entre positivismo contra postpositivismo, el cual es filosófico, pero que en las Relaciones Internacionales adquiere una dimensión especial. Recomiendo a los filósofos, y a los filósofos chinos, prestar atención al postmodernismo en las Relaciones Internacionales al igual que al postmodernismo en su sentido más amplio. No me refiero únicamente a la filosofía abstracta y al jugar con conceptos como las mesetas de Deleuze o Lacan, sino a las Relaciones Internacionales en la vida diaria que verás cómo funciona el postmodernismo.

Los otros temas de debate son el universalismo y el eurocentrismo contra la pluralidad de civilizaciones. Esta es la teoría multipolar que apenas está en sus primeras etapas de desarrollo.

Los principales principios del realismo son:

La soberanía absoluta:

  • Caos en las Relaciones Internacionales,
  • El interés nacional completamente basado en el cálculo racional,
  • El mercantilismo en el comercio exterior, lo que significa que el Estado debe controlar el comercio exterior por medio de impuestos,
  • No existe la legitimidad supranacional,
  • Pesimismo antropológico.

Es interesante que los realistas digan que el Estado debe existir porque los hombres son “malos”, y para ponerlos en orden debemos tener un Estado – de lo contrario se comportarán de modo impredecible y lo destruirán todo. Así que son pesimistas e intentan poner a los hombres en su lugar basados en un acuerdo mutuo. No creen que los hombres puedan cambiar con el progreso. Permanecerán siendo iguales.

Los principios del liberalismo son:

Soberanía relativa:

  • Es posible pasar del caos al orden en las Relaciones Internacionales creando un sistema legal supranacional, los intereses internacionales deben prevalecer – lo cual es incomprensible para los realistas, para quienes no existen los intereses internacionales ya que estos no existen,
  • Liberalismo en el comercio, compra y venta sin ningún vínculo con ningún monopolio estatal en el comercio exterior, y ninguna regulación en la política económica extranjera,
  • Y la paz universal es un imperativo. La guerra es lo peor de todo, si no se trata de la “guerra santa” en contra de los enemigos de la sociedad abierta,
  • Gobierno mundial, globalización política, internacionalismo (y algunas veces pacifismo),
  • Optimismo antropológico, o idea de progreso, que los humanos pueden ser mejores, más pacíficos, más amigables, más risueños, más iguales,
  • La educación y el progreso son medios políticos para destruir los Estados Nación usando la epistemología para promover su visión del mundo,
  • Los derechos humanos y los individuos son norma universal. No existe el concepto de ciudadano como en el realismo, sino el de individuo que es un concepto global.

Si lo observamos en su conjunto, vemos que existe una oposición simétrica – concepto contra concepto, afirmación contra negación. Lo que el realismo afirma y acepta, los liberales se oponen y niegan en las Relaciones Internacionales. Veremos la simetría en este debate y, al decir verdad, podemos encontrar bases intelectuales en ambos. No es el caso de “ignorantes” contra “sabios”. Es una forma de mentalidad en contra de otra forma de mentalidad. Puedes escoger tu posición.

La escuela inglesa o del “término medio”:

Los estados son soberanos:

  • No existen organizaciones supranacionales legítimas, pero el caos en las Relaciones Internacionales debe ser ordenado de algún modo. Esto debe ser hecho a través del concepto del club de los más poderosos. El club de los menos poderosos no posee ninguna influencia.
  • Los Estados forman el sistema internacional y este sistema puede ser reflejado, corregido y controlado indirectamente por el club.
  • Potestas indirecta (en latín), un concepto desarrollado por Carl Schmidt.

El marxismo en las Relaciones Internacionales es:

  • El sistema capitalista es global,
  • Los Estados Nación son ficción,
  • Las diferencias entre realistas y liberales son inútiles y mal entendidas, y la división entre Estados capitalistas es superflua frente al antagonismo vertical entre burgueses y proletarios.
  • Son necesarios el capitalismo, la globalización, el cosmopolitismo y la reducción de la sociedad a un grupo de individuos. Esto creará el verdadero internacionalismo.
  • Las contradicciones en el sistema capitalista crecerán – esta es la diferencia con los liberales para quienes las contradicciones disminuirán.
  • El crecimiento de la clase media es una mentira para los marxistas, y la pauperización será total.
  • Todos los pueblos y culturas del mundo están obligados a repetir el desarrollo económico de Occidente. En ese sentido, son racistas.
  • En el globalismo futuro, también los proletarios se volverán globales, se producirá la revolución mundial y la burguesía será destronada. Esa es su diferencia con respecto al futuro.

Los principios del post-positivismo son:

  • El campo teórico de las Relaciones Internacionales es una construcción artificial.
  • No existe una realidad independiente, y el sujeto de las Relaciones internacionales no son los Estados, pueblos y civilizaciones, porque todos son creados en el proceso del discurso. Nosotros creamos el sujeto de las Relaciones Internacionales al hablar de las Relaciones Internacionales.
  • Todos los discursos son necesariamente parciales – no existe el discurso objetivo neutral o científico, porque tú sirves a uno u otro poder. Las Relaciones Internacionales no reflejan los Estados sino la voluntad de sus creadores.
  • Las Relaciones Internacionales son la pelea por el dominio y la hegemonía, y nada más. Se trata de pura propaganda política. Todas las Relaciones Internacionales, de acuerdo a los postpositivistas, no es otra cosa que propaganda política directa para someter a toda la humanidad e instalar un sistema operativo en lugar de otro.
  • No existe la necesidad de crear una nueva teoría crítica en contra de los discursos de poder en las Relaciones Internacionales. Existe una fuerte crítica en contra de todas las teorías positivas en las Relaciones Internacionales como variedades de la dominación, discurso autoritario – es un concepto postmoderno.
  • Existe una variedad de propuestas que están basadas en la versión postpositivista de las R.I., siendo muy variada y sin unidad.

Notas:

  1. Zhao Tingyang (2005). Tianxia Tixi: Shijie Zhidu Zhexue Daolun [Tianxia System: An Introduction to the Philosophy of World Institutions]. Nanjing: Jiangsu Jiaoyu Chubanshe.
  2. Krasner S. Sovereignty: Organized Hypocrisy. Princeton: Princeton University Press, 1999.
  3. Hobson J.M. The Eurocentric Conception of World Politics: Western International Theory, 1760–2010. Cambridge: Cambridge University, 2011.
  4. Wallerstein I. Geopolitics and Geoculture: Essays on the Changing World-System. Cambridge:Press Syndicate, 1991.
  5. Krasner S. Sovereignty: Organized Hypocrisy. Princeton: Princeton University Press, 1999.
  6. Hobson J.M. The Eurocentric Conception of World Politics: Western International Theory, 1760–2010. Cambridge: Cambridge University, 2011.
  7. Michael Hardt and Antonio Negri, Empire, Harvard University Press, 2000; Idem. Multitude: War and Democracy in the Age of Empire, New York: Penguin Press, 2004.
  8. Cox R.W. Production, Power and World Order: Social Forces in the Making of History. New York: Columbia University Press, 1987.
  9. Gill S. American Hegemony and the Trilateral Commission. Cambridge: Cambridge University Press, 1991
  10. Linklater A. Critical Theory and World Politics: Citizenship, Sovereignty and Humanity. L, NY: Routledge, 2007.
  11. Ashley R. The Eye of Power: The Politics of World Modeling // International Organization. Vol. 37. No. 3 Summer 1983.
  12. Derian Der J. Antidiplomacy: Spies, Terror, Speed, and War. NY; London: Blackwill, 1992.
  13. Enloe Cynthia. Bananas, Beaches and Bases: Making Feminist Sense of International Politics.London: Pandora Press 1990.
  14. Tickner A.B., Wæver O. International Relations Scholarship around the World. N.Y.: Taylor & Francis, 2009.
  15. Haraway Donna. “A Cyborg Manifesto: Science, Technology, and Socialist-Feminism in the Late Twentieth Century” // Simians, Cyborgs and Women: The Reinvention of Nature. New York; Routledge, 1991. C. 149–181.
  16. Hobden Stephen, Hobson John M. Historical Sociology of International Relations. Cambridge: Cambridge University Press, 2001.
  17. Onuf Nicholas. World of Our Making: Rules and Rule in Social Theory and International Relations. Columbia: University of South California Press, 1989.
  18. Katzenstein Peter J. Civilizations in World Politics: Plural and Pluralist Perspectives. London, UK: Routledge, 2010.
  19. Wendt Alexander. Social Theory of International Politics, Cambridge University Press, 1999.
  20. Zhao Tingyang (2005). Tianxia Tixi: Shijie Zhidu Zhexue Daolun [Tianxia System: An Introduction to the Philosophy of World Institutions]. Nanjing: Jiangsu Jiaoyu Chubanshe.
  21. Qin Yaqing. (2007). “Why Is There No Chinese International Relations Theory”// International Relations of the Asia Pacific. vol. 7, No.3.
  22. Yan Xuetong. (2015). Shijie quanli de zhuanyi: zhengzhi lingdao yu zhanlue jingzheng [The Transition of World Power: Political Leadership and Strategic Competition]. Beijing: Beijing daxue chubanshe.
  23. Zhang Weiwei. China Wave, The: Rise Of A Civilizational State. New Jersey: World Century Publishing Corporation, 2012.
  24. Marcelo Gullo Omodeo. La Teoría de la Insubordinación Fundante. Buenos Aires: Biblos, 2008.

BIBLIOGRAFÍA:

  • Acharya Amitav, Buzan, Barry (eds.). Non-Western International Relations Theory: Perspectives on and beyond Asia. London: Routledge, 2010
  • Adler E. Communitarian International Relations: The Epistemic Foundations of International Relations. London and New York: Routledge, 2005.
  • Aldrich John H., Sullivan John L., Borgida E. “Foreign Affairs and Issue Voting: Do Presidential Candidates ‘Waltz Before a Blind Audience’?”// American Political Science Review. 83 (1) (March 1989). P. 123–141.
  • Allison G. Essence of Decision. Boston: Little Brown, 1971.
  • Almond G. The American People and Foreign Policy. NY: Praeger, 1950.
  • Amin S. Mondialisation, comprehendre pour agir. Paris, 2002.
  • Angell N. The Great Illusion — a Study of the Relation of Military Power to National Advantage. London: Heinemann, 1910.
  • Angell N. The Great Illusion: A Study of the Relation of Military Power in Nations to their Economic and Social Advantage. New York: G.P. Putnam’s & Sons, 1910.
  • Aron R. La Société industrielle et la Guerre, suivi d’un Tableau de la diplomatie mondiale en 1958. Paris: Plon, 1959.
  • Aron R. Paix et guerre entre les nations, Paris, Calmann-Lévy, 1962.
  • Ashley R. “Imposing International Purpose: Notes on a Problematic of Governance”// Czempiel Ernst-Otto, Rosenau James N. (eds.). Global Changes and Theoretical Challenges: Approaches to World Politics for the 1990s. Lexington, MA: Lexington Books, 1989.
  • Ashley R. “Living on Border Lines: Man, Poststructuralism and War” // Derian Der, Shapiro M.J. (eds.). International/Intertextual Relations: Postmodern Readings of World Politics.Lexington, MA: Lexington Books, 1989.
  • Ashley R. “The Achievements of Poststructuralism” // Steve Smith, Ken Booth, Marysia Zalewski (eds.). International Theory: Positivism & Beyond, Cambridge: Cambridge UP, 1996. С. 240–253.
  • Ashley R. “The Eye of Power: The Politics of World Modeling” // International Organization. Vol. 37. No. 3 Summer 1983.
  • Ashley R. “The Powers of Anarchy: Theory, Sovereignty, and the Domestication of Global Life” // Derian D. (ed.) International Theory: Critical Investigations. London: MacMillan, 1995.
  • Ashley R., Walker R. B. J. (eds.). “Speaking the Language of Exile: Dissidence in International Studies” // International Studies Quarterly, Vol. 34. No. 3. September 1990.
  • Babst Dean V. “Elective Governments—A Force For Peace” // The Wisconsin Sociologist. 3.1. 1964.
  • Bakker I., Gill S. Power, Production and Social Reproduction. NY: Macmillan-Palgrave, 2003.
  • Baran P.A. The Political Economy of Growth. Harmondsworth: Penguin, 1957.
  • Baran P. The Political Economy of NeoColonialism. London: Heinemann, 1975.
  • Barkin J.S. Realist Constructivism: Rethinking International Relations Theory. Cambridge: Cambridge University Press, 2010.
  • Batistella D. Theories des relations internationales. P: Presse de Sciences Po, 2003.
  • Beck U. Risk Society: Towards a New Modernity. New Delhi: Sage, 1992.
  • Bhagwati Jagdish N. Free Trade Today. Princeton, N.J.: Princeton University Press, 2002
  • Bhagwati Jagdish N. In Defense of Globalization. New York: Oxford University Press, 2004.
  • Boas F. The Mind of Primitive Man. New York: Macmillan, 1938.
  • Boli J., Thomas G. “World Culture in the World Polity” // American Sociological Review. 1997. № 62 (2). С. 171–190.
  • Braudel F. Civilisation matérielle, économie et capitalisme (XVe-XVIIIe siècles). 3 volumes. Paris, Armand Colin, 1979.
  • Brewer A. Marxist theories of Imperialism: a critical survey. London: Routledge, 1990.
  • Brown Ch. International Relations Theory: New Normative Approach. NY: Harvester Press, 1992.
  • Brown Ch. Understanding International Relations. Basingstoke: Palgrave Publishing, 2005.
  • Bull H. The Anarchical Society. A Study of Order in World Politics. New York: Columbia University Press, 1977.
  • Bull H., Watson A. (eds.), The Expansion of International Society. Oxford: Clarendon Press, 1984.
  • Buzan B., Little R. International Systems in World History. Oxford: Oxford University Press, 2010.
  • Buzan B., Woever O. Regions and Powers: The Structure of International Security. Cambridge: Cambridge University Press, 2003.
  • Buzan Barry, Acharya Amitav Conclusion: on the possibility of a non-Western IR theory in Asia // International Relations of the Asia-Pacific, 7 (3). 2007.
  • Buzan Barry, Acharya Amitav. Why is there no non-Western international relations theory?: an introduction // International Relations of the Asia-Pacific. 7 (3). 2007.
  • Buzan Barry, Little Richard. International Systems in World History: Remaking the Study of International Relations. Oxford: Oxford University Press, 2000.
  • Buzan Barry, Little Richard. The historical expansion of international society // Denemark, Robert Allen (ed.). The international studies encyclopedia. Wiley-Blackwell in association with the International Studies Association, Chichester, UK., 2010.
  • Campbell D. National Deconstruction:Violence, Identity, and Justice in Bosnia. Minneapolis, 1998.
  • Carr E.H. The Twenty Years’ Crisis. London, 1939.
  • Caspary W.R. The Mood Theory: A Study of Public Opinion and Foreign Policy // American Political Science Review. 64. 536–547. 1970.
  • Clinton W.D. The realist tradition and contemporary international relations. Baton Rouge: LSU Press, 2007.
  • Clough P.T. Feminist Thought. Cambridge: Blackwell Publishers, 1994.
  • Cobden R. Political writings. 2 vol. London: Fisher Unwin, 1903.
  • Code Lorraine. Encyclopedia of Feminist Theories. London; New York: Routledge, 2002.
  • Cohen R., Kennedy P. Global sociology. N.Y.: New York University Press, 2007.
  • Cohn C. Sex and Death in the Rational World of Defense Intellectuals // Signs: Journal of Women in Culture and Society. Vol. 12. No. 4. Summer 1987.
  • Cox R.W. Production, Power and World Order: Social Forces in the Making of History. New York: Columbia University Press, 1987.
  • Cox R., Jacobson Harold K. The Anatomy of Influence: decision making in international organization. London, 1973.
  • Cox R., Schechter M. The Political Economy of a Plural World: Critical Reflections on Power, Morals and Civilization. Routledge: London and New York, 2002
  • Cox R.W. Gramsci, Hegemony and International Relations: An Essay in Method // Gill S. (ed.). Gramsci, Historical Materialism and International Relations. Cambridge: Cambridge University Press, 1983.
  • Cox R.W. Production, Power and World Order: Social Forces in the Making of History. Columbia: Columbia University Press, 1987
  • Cox Robert W. Social Forces, States and World Orders: Beyond International Relations Theory // Millennium 10. 1981.
  • Crocker David A. Ethics of Global Development: Agency, Capability, and Deliberative Democracy.Cambridge: Cambridge University Press, 2008
  • Crocker David A. Development Ethics, Globalization, and Democratization/ Chatterjee D., Krausz M. (eds.) Globalization, Democracy, and Development: Philosophical Perspectives. Lanham, MD: Rowman & Littlefield, 2007.
  • D’Anieri P. International Politics: Power and Purpose in Global Affairs. Boston: Cengage Learning, 2009.
  • Derian Der J. (ed.). International Theory: Critical Investigations. London: MacMillan, 1995.
  • Derian Der J. Introducing Philosophical Traditions in International Relations// Millennium. Vol. 17. No. 2. 1988.
  • Delgado R., Stefancic J. Critical Race Theory: An Introduction. NY: NYU Press, 2011–12.
  • Derian Der J. On Diplomacy: A Genealogy of Western Estrangement. NY: John Wiley & Sons, 1987.
  • Derian Der J. Antidiplomacy: Spies, Terror, Speed, and War. NY; London: Blackwill, 1992.
  • Derian Der J., Shapiro M. (eds). International / Intertextual Relations; Postmodern Readings of World Politics. New York: Lexington Books, 1989.
  • Devetak R. Post-structuralism // Burchill S., Linklater A., Devetak R., Donnely J., Nardin T., Paterson M. Reus-Smit Ch., True J. Theories of International Relations. Basingstoke: Palgrave Macmillan, 2009.
  • Devetak R. Postmodernism // Burchill S., Linklater A. Theories of International Relations. London: Macmillan Press, 1996.
  • Devetak R., Burke A., George J. An Introduction to International Relations: Australian Perspectives. Cambridge: Cambridge University Press, 2007.
  • Donneli J. Realism and IR. Cambridge: Cambridge University Press, 2000.
  • Doyle M. Kant, Liberal Legacies, and Foreign Affairs//Philosophy & Public Affairs, Vol. 12. No. 3 (Summer, 1983). Р. 205–235.
  • Doyle M. Liberalism and World Politics//American Political Science Review. 1986. 80 (4). 1151–1169.
  • Dumont L. Essais sur l’individualisme. Une perspective anthropologique sur l’idéologie moderne. Paris: Le Seuil, 1983.
  • Dumont L. Homo Æqualis I: genèse et épanouissement de l’idéologie économique. Paris: Gallimard/ BSH, 1977.
  • Dunne T. Inventing International Society. A History of the English School. Basingstoke: Palgrave Macmillan, 1998.
  • Dunne T., Kurki M., Smith S. International relations theories: discipline and diversity. Oxford: Oxford University Press, 2007.
  • Durand G. Les Structures anthropologiques de l’imaginaire. Paris: Borda, 1969.
  • Durkheim E. Les formes élémentaires de la vie religieuse. Paris: Libraire générale française, 1991.
  • Edkins J.,Vaughan-Williams N. Critical theorists and international relations. N.Y.: Taylor & Francis, 2009.
  • Eisenstadt S.N. The Civilizational Dimension of Modernity: Modernity as a Distinct Civilization// International Sociology, 16 (3). 2001. С. 320–340.
  • Elshtain J. Women and War: Gender Identity and Activism in Times of Conflict. Sterling, VA: Kumarian Press, 2010.
  • Enloe C. Margins, Silences, and Bottom-Rungs: How to overcome the Understanding of Power in the Study of International Relations // Smith S., Boot R., Zalewski M. (eds). International Theory: Positivism and Beyond. Cambridge, 1997.
  • Enloe Cynthia. Bananas, Beaches and Bases: Making Feminist Sense of International Politics. London: Pandora Press 1990.
  • Everett D. Don’t Sleep, There are Snakes. New York: Pantheon Books, 2008.
  • Featherstone M. (ed.). Global Culture. London: Sage, 1992
  • Finnemore Martha. National Interests in International Society. Cornell: Cornell University Press, 1996
  • Fox J. Paradigm Lost: Huntington’s Unfulfilled Clash of Civilizations Prediction into the 21st Century // International Politics. 42. 2005. Р. 428–457.
  • Fox J. Paradigm Lost: Huntington’s Unfulfilled Clash of Civilizations Prediction into the 21st Century // International Politics. 42. 2005. Р. 428–457.
  • Friedman George, LeBard Meredith. The Coming War With Japan. New York: St. Martin’s. Press, 1991.
  • Friedman Thomas L. The Lexus and the Olive Tree: Understanding Globalization.New York: Farrar, Straus & Giroux, 1999.
  • Friedman Thomas L. The World Is Flat: A Brief History of the Twenty-First Century. New York: Farrar, Straus and Giroux, 2005; Idem. The Lexus and the Olive Tree: Understanding Globalization. New York: Farrar, Straus & Giroux, 1999.
  • Frobenius Leo. Paideuma: Umrisse einer Kultur — und Seelenlehre. München: Beck, 1921–1928.
  • Frost M. Ethics in International Relations. Cambridge: Cambridge University Press, 1996.
  • Frost M. Towards a Normative Theory of International Relations & Ethics and International Relations Consensus. Cambridge: CUP, 1986.
  • Fukuyama Francis. After Neoconservatism // The New York Times Magazine. 2006–02–19.
  • Furtado C. A nova dependência, dívida externa e monetarismo. RJ: Paz e Terra, 1982.
  • Geertz Clifford. The Interpretation of Cultures. NY: Basic Books, 2000.
  • Geertz Clifford. Thick Description: Toward an Interpretive Theory of Culture/George J. Discourses of Global Politics: A Critical Introduction to International Relations. NY: Lynne Rienner Publishers, 1994.
  • Giddens A. Risk and Responsibility // Modern Law Review. 1999. № 62 (1). С. 1–10.
  • Gill S. American Hegemony and the Trilateral Commission. Cambridge: Cambridge University Press, 1991
  • Gill S. Gramsci, Historical Materialism and International Relations. Cambridge: Cambridge University Press, 1993.
  • Gill S. Power and Resistance in the New World Order. London; New York: Macmillan-Palgrave, 2003.
  • Gill S. The Global Political Economy: Perspectives, Problems and Policies with David Law. Brighton: Harvester Wheatsheaf; Baltimore: Johns Hopkins University Press, 1988.
  • Gilpin R. Global Political Economy: Understanding the International Economic Order. NY, 2001.
  • Gilpin R. Political Economy of International Relations. Princeton: Princeton University Press, 1987.
  • Gilpin R. The Theory of Hegemonic War // Journal of Interdisciplinary History. 18 (4). 1988.
  • Gilpin R. War and Change in World Politics. Cambridge: Cambridge University Press, 1981.
  • Gowa J. Farber H. Polities and Peace // International Security. Vol. 20. Issue 2 (autumn 1995). P. 123–146.
  • Gray C.S. War, peace and international relations: an introduction to strategic history. N.Y.: Taylor & Francis, 2007.
  • Griffiths M. International relations theory for the twenty-first century: an introduction. N.Y.: Routledge, 2007.
  • Griffiths M., O’Callaghan Т., Roach S.C. International relations: the key concepts. New York: Taylor & Francis, 2008.
  • Guddzini Stefano. A reconstruction of Cоnstructivism in IR // European Journal of International Relations Copyright. Vol. 6 (2). 2000.
  • Guzzini S. Realism in international relations and international political economy: the continuing story of a death foretold, New York: Routledge,1998.
  • Guzzini S., Leander A. Constructivism and international relations: Alexander Wendt and his critics. N.Y.: Routledge, 2006.
  • Haass Richard N. The Age of Nonpolarity. What Will Follow U.S. Dominance//Foreign Affairs. May / June 2008.
  • Halliday Fred. Rethinking International Relations. London: Macmillan, 1994.
  • Haraway Donna. A Cyborg Manifesto: Science, Technology, and Socialist-Feminism in the Late Twentieth Century // Simians, Cyborgs and Women: The Reinvention of Nature. New York; Routledge, 1991. C. 149–181.
  • Harris Lee. Civilization and Its Enemies: The Next Stage of History, New York, The Free Press, 2004.
  • Harrison Lawrence E., Samuel P. Huntington (eds.). Culture Matters: How Values Shape Human Progress. New York: Basic Books, 2001.
  • Haslam J. No virtue like necessity: realist thought in International Relations since Machiavelli. New Haven: Yale University Press, 2002.
  • Heidegger M. Sein und Zeit (1927). Tubingen: Max Niemeyer Verlag, 2006.
  • Held David, McGrew Anthony, Goldblatt David, Perraton Jonathan. Global Transformations. Stanford: Stanford University Press, 1999.
  • Henderson E.A., Tucker R. Clear and Present Strangers: The Clash of Civilizations and International Conflict // International Studies Quarterly. 45. 2001.
  • Hiro Dilip. After Empire. The birth of a multipolar world. NY: Nation books, 2009.
  • Hobden Stephen, Hobson John M. Historical sociology of international relations. Cambridge: Cambridge University Press, 2001.
  • Hobden Stephen. International Relations and Historical Sociology: Breaking Down Boundaries & L. NY: Routledge, 1998.
  • Hobson J.M. The Eurocentric Conception of World Politics: Western International Theory, 1760–2010. Cambridge: Cambridge University, 2011.
  • Holsti Ole R. Public Opinion and Foreign Policy: Challenges to the Almond-Lippmann Consensus//International Studies Quarterly. 36 (4) (December 1992). P. 439–466.
  • Huntington Samuel P. (ed.) The Clash of Civilizations?: The Debate // Foreign Affairs, New York, 1996.
  • Huntington Samuel. The Clash of Civilizations and the Remaking of World Order. London: Simon, 1996.
  • Hurd I. Legitimacy and authority in international politics / International Organization. 53. 1999.
  • Ikenberry G. John, Slaughter Anne-Marie. Princeton Project on National Security, Forging a World Under Liberty and Law: U.S. National Security in the 21st Century. September 2006.
  • Ikenberry J. After Victory: Institutions, Strategic Restraint, and the Rebuilding of Order after Major Wars. Princeton: Princeton University Press, 2001.
  • Jackson R., Sorensen G. Introduction to International Relations. Oxford Univeristy Press, 2010.
  • Reus-Smit Ch., Snidal D. The Oxford Handbook of International Relations. Oxford University Press, 2008.
  • Kaiser K. Interdependence and autonomy // Morgan R., Kaiser K. (ed.). Britain and Germany. London. Oxford University Press, 1971.
  • Kaplan M. System and Process in International Politics. NY: Wiley, 1964.
  • Kaplan R.D. Imperial Grunts: On the Ground with the American Military, from Mongolia to the Philippines to Iraq and Beyond. NY: Vintage, 2006.
  • Katzenstein P. (ed). Civilizations in World Politics: Plural and Pluralist Perspectives NY: Routledge, 2009.
  • Katzenstein P. Beyond Paradigms: Analytic Eclecticism in World Politics NY: Palgrave, 2010.
  • Katzenstein Peter J. Civilizations in World Politics: Plural and Pluralist Perspectives. London, UK: Routledge, 2010.
  • Katzenstein Peter J. (ed.). The Culture of National Security: Norms and Identity in World Politics. New York: Columbia University Press, 1996.
  • Kegley C.W., Blanton L.B. World politics: trend and transformation. Boston: Cengage Learning, 2009.
  • Kelsen H. Reine Rechtslehre. Vienna, 1934
  • Kennedy Paul. The Rise and Fall of the Great Powers. Unwin Hyman, 1988.
  • Keohane R. After Hegemony: Cooperation and Discord in the World Political Economy. Princeton: Princeton University Press, 1984.
  • Keohane R. Power and Governance in a Partially Globalized World. New York: Routledge, 2002.
  • Keohane Robert O., Nye Joseph S. Power and Interdependence: World Politics in Transition. Boston: Little, Brown and Company, 1977.
  • Khatami Mohammad. Dialogue among civilizations: a paradigm for peace. NY: Theo Bekker, Joelien Pretorius, 2001.
  • Kindleberger Ch.P. World Economic Primacy: 1500–1990. Oxford: Oxford University Press, 1996.
  • Kissinger H. A World Restored: Metternich, Castlereagh and the Problems of Peace, 1812–22. Boston: Houghton Mifflin, 1957.
  • Klotz A., Lynch S. Strategies for Research in Constructivist International Relations. N.Y.: M.E. Sharpe, 2007.
  • Köchler, Hans (ed.). Civilizations: Conflict or Dialogue? Vienna: International Progress Organization, 1999.
  • Krasner S. Sovereignty: Organized Hypocrisy. Princeton: Princeton University Press, 1999.
  • Krasner S. Structural Conflict: The Third World Against Global Liberalism. Los Angeles: University of California Press, 1985.
  • Krasner S.D. Defending the National Interest: Raw Materials Investment and American Foreign Policy Princeton: Princeton University Press, 1978.
  • Krauthammer Ch. The Unipolar Moment// Foreign Affairs. 1990/1991 Winter. Vol. 70. No 1. С. 23–33.
  • Krauthammer Charles. The Unipolar Moment Revisited // National Interest. Volume 70. Рages 5–17. Winter 2002.
  • Lash S. Another Modernity, A Different Rationality. Oxford: Blackwell, 1999.
  • Lash S., Featherstone M. (eds.) Spaces of Culture: City, Nation, World. London: Sage, 1999.
  • Lash S., Featherstone M., Szerszynski B., Wynne B. Spaces of Culture: City, Nation, World. London: Sage 1999
  • Lash S., Lury C. Global Culture Industry: The Mediation of Things. Cambridge: Polity, 2005.
  • Lash S., Szerszynski B., Wynne B. (eds.) Risk, Environment and Modernity. London: Sage (TCS), 1996.
  • Layne Ch. Kant or Cant. The myth of the Democratic Peace // International security. 19 (2). 1994. P. 5–49.
  • Lebow R.N. A cultural theory of international relations. Cambridge: Cambridge University Press, 2008.
  • Lebow R.N., Lichbach M.I. Theory and evidence in comparative politics and international relations. Palgrave Macmillan, 2007.
  • Lederach John Paul. Preparing for Peace. Syracuse: Syracuse University Press, 1996.
  • Richmond Oliver P. Peace in International Relations. London: Routledge, 2008.
  • Lederach John Paul. Preparing for Peace. Syracuse: Syracuse University Press, 1996.
  • Linklater A. Beyond Realism and Marxism: Critical Theory and International Relations& London: MacMillan Press, 1990.
  • Linklater A. Critical Theory and World Politics: Citizenship, sovereignty and humanity. L, NY: Routledge, 2007.
  • Linklater A. Marx and Marxism / Theories of International Relations. NY: Palgrave Macmillan, 2009. P. 117
  • Linklater A., Suganami H. The English School of International Relations: A Contemporary Reassessment. Cambridge: Cambridge University Press, 2006.
  • Lippman W. Essays in Public Philosophy. NY: New American Library, 1956.
  • Little R. The balance of power in international relations: metaphors, myths and models. Cambridge: Cambridge University Press, 2007.
  • Wittgenstein Ludwig: Philosophische Untersuchungen. Kritisch-genetische Edition. Herausgegeben von Joachim Schulte. Wissenschaftliche Buchgesellschaft. Frankfurt, 2001.
  • MacLean J. Marxism and international relations: a strange case of mutual neglect// Millennium. Vol. 17. No. 2.
  • Mahan A.T. The Influence of Sea Power Upon History, 1660–1783. New York: Dover Publications, 1987.
  • Mann M. The autonomous power of the state: its origins, mechanisms and results //Archives Europeennes de sociologie. № 25. 1984.
  • Mansfield E., Snyder J. Democratization and the Danger of War // International Security, Vol. 20. No. 1. Summer, 1995.
  • McCain John. America must be a good role model // Financial Times. March 18. 2008.
  • Mearsheimer John J., Walt Stephen M. The Israel Lobby and U.S. Foreign Policy. NY: Farrar, Straus and Giroux, 2007.
  • Mearsheimer John J. E. H. Carr vs. Idealism: The Battle Rages On // International Relations. Vol. 19. No. 2.
  • Mearsheimer John J. The Tragedy of Great Power Politics. New York: Norton, 2001.
  • Merton Robert K. Social Theory and Social Structure. New York: Free Press,1968
  • Mesquita Bueno de, Lalman David. War and Reason: Domestic and International Imperatives New Haven: Yale University Press, 1992.
  • Meyer J., Boli J., Thomas G., Ramirez F. World Society and the Nation-State // American Journal of Sociology. 1997. № 103 (1). С. 144–181
  • Meyer John W. The World Polity and the Authority of the Nation-State // Bergesen A. (ed.). Studies of the Modern World-System. New York: Academic Press, 1980. С. 109–137.
  • Michael M.S., Petito F. (eds.). Civilizational Dialogue and World Order: The Other Politics of Cultures, Religions, and Civilizations in International Relations. Palgrave-Macmillan, 2009.
  • Miliband R. Divided Societies: Class Struggle in Contemporary Capitalism. Oxford: Clarendon Press, 1989.
  • Moravcsik A. Taking Preferences Seriously: A Liberal Theory of International Politics //International Organization. 51 (4): 513–53. 1997.
  • Morgenthau H. In defence of the national interest: a critical examination of American foreign policy. New York: Alfred A. Knopf, 1951.
  • Morgenthau H. Truth and Power: Essays of a Decade, 1960–70. NY: Praeger, 1970.
  • Morgenthau Hans J. Politics Among Nations. The Struggle for Power and Peace. Second Edition, Alfred A. Knopf: New York, 1955.
  • Morin, E., Le Moigne, J.-L. L’intelligence de la complexité. Paris: L’ Harmattan, 1999.
  • Mühlmann Wilhelm Emil. Methodik der Völkerkunde. Stuttgart: Ferdinand Enke, 1938.
  • Muir Ramsay. The faith of a liberal. London,1933.
  • Niebuhr R. Christian Realism and Political Problems. York: Charles Scribner’s Sons, 1953.
  • Nitzan J., Shimshon B. Capital as Power: A study of order and creorder. London: Routledge, 2009.
  • Nye J. Power in the Global Information Age: From Realism to Globalization L.,NY: Routledge, 2004.
  • Nye Joseph S. Jr. Soft Power: The Means To Success In World Politics. PublicAffairs, 2004.
  • Nye Joseph S. The Future of Power. NY: Public Affairs, 2011.
  • Nye Jr., Joseph S. Bound to Lead: The Changing Nature of American Power. New York: Basic Books, 1990.
  • Onuf Nicholas. World of Our Making: Rules and Rule in Social Theory and International Relations. Columbia: University of South California Press, 1989.
  • Patomäki H., Teivainen T. A Possible World: Democratic Transformation of Global Institutions. NY: Zed Books, 2005.
  • Petitio F. Dialogue of Civilizations as Global Political Discourse: Some Theoretical Reflections // The Bulletin of the World Public Forum ‘Dialogue of Civilizations’. Vol. 1 No. 2/ 21–29. 2004.
  • Petito F., Odysseos L. (2006) Introducing the International Theory of Carl Schmitt: International Law, International Relations, and the Present Global Predicament (s // Leiden Journal of International Law. Vol. 19. No. 1. 2006.
  • Petito F., Odysseos L. The International Political Thought of Carl Schmitt: Terror, liberal war and the crisis of global order. London and New York: Routledge, 2007
  • Petito Fabio. Dialogue of Civilizations as Global Political Discourse: Some Theoretical Reflections // The Bulletin of the World Public Forum ‘Dialogue of Civilizations’. Vol. 1. No. 2, 21–29. 2004.
  • Pijl K. van der. The Making of an Atlantic Ruling Class. London, 1984.
  • Pijl K. van der. Transnational Classes and International Relations. London, 1998.
  • Pijl K. van der. Global Rivalries — From the Cold War to Iraq. London, 2006.
  • Pijl van der K. Modes of foreign relations and political economy. Vol. 1: Nomads, Empires, States. London, 2007
  • Pijl van der K. Modes of foreign relations and political economy. Vol. 2: The foreign Encounter in Myth and Religion, London: 2010.
  • Prebisch Raul. The Economic Development of Latin America. New York: United Nations, 1950.
  • Qin Yaqing. Why Is There No Chinese International Relations Theory. International Relations of the Asia Pacific. vol. 7, No.3. 2007
  • Reus-Smit C., Snidal D. The Oxford handbook of international relations. Oxford: Oxford University Press, 2008.
  • Reus-Smit Ch., Snidal D. International Relations. Oxford: Oxford University Press, 2008.
  • Reuss-Smit Ch. Constructivism // Burchill S., Linklater A., Devetak R., Donnely J., Nardin T., Paterson M. Reus-Smit Ch., True J. Theories of International Relations. Basingstoke: Palgrave Macmillan, 2009.
  • Reuss-Smit Ch. Constructivism / Burchill S., Linklater A., Devetak R., Donnely J., Nardin T., Paterson M. Reus-Smit Ch., True J. Theories of International Relations. Basingstoke: Palgrave Macmillan, 2009.
  • Richmond Oliver P. Peace in International Relations. London: Routledge, 2008.
  • Robertson R. Globalization: Social Theory and Global Culture. London: Sage, 1992.
  • Robinson W.I. Capitalist globalization and the transnationalization of the state // Rupert M., Smith H. Historical materialism and globalization. London: Routledge, 2002.
  • Rosenau J. Turbulence in World Politics: A Theory of Change and Continuity. Princeton, 1990.
  • Rosenau J., Fagen W. A New Dynamism in World Politics: Increasingly Skillful Individuals? //JSTOR. Studies Quarterly. 41. 1997.
  • Ruggie John. What Makes the World Hang Together? Neo-utilitarianism and the Social Constructivist Challenge // International Organization. 52. 4. Autumn 1998.
  • Rummel R. Understanding Conflict and War. NY: John Wiley & Sons, 1976.
  • Rupert M. Producing Hegemony: The Politics of Mass Production and American Global Power. Cambridge: Cambridge University Press. 1995
  • Rupert M., Smith H. Historical materialism and globalization. London: Routledge, 2002.
  • Russet B. Grasping the Democratic Peace. Princeton: Princeton University Press, 1994.
  • Russett B.M., Oneal J.R., Cox M. Clash of Civilizations, or Realism and Liberalism Déjà Vu? Some Evidence // Journal of Peace Research. 37. 2000.
  • Russett B., Starr H., Kinsella D. World Politics: The Menu for Choice. Boston: Cengage Learning, 2009.
  • Safire William. The End of Yalta // New York Times. July 09, 1997.
  • Said Edward. The Clash of Ignorance // The Nation. October 2001.
  • Salmon T.C. Issues in international relations. New York: Taylor & Francis, 2008.
  • Sanbonmatsu J. The Postmodern Prince: Critical Theory, Left Strategy, And The Making Of A New Political Subject. Quebec: Monthly Review Press, 2004.
  • Savarkar Vinayak Damodar. Hindutva. Delhi: Bharati Sahitya Sadan, 1989.
  • Schmitt C. Der Leviathan in der Staatslehre des Thomas Hobbes. Berlin, 1938.
  • Schmitt Carl. Völkerrechtliche Grossraumordnung mit Interventionsverbot für Raumfremde Mächte — Ein Bitrag zum Reichsbegriff im Völkerrecht. Berlin: Duncker & Humblot, 1991.
  • Schmitt Carl. Völkerrechtliche Grossraumordnung mit Interventionsverbot für Raumfremde Mächte — Ein Bitrag zum Reichsbegriff im Völkerrecht. Berlin: Duncker & Humblot, 1991.
  • Sen Amartya. Democracy as a Universal Value // Journal of Democracy. 10.3. 1999.
  • Shapiro M.J. Textualizing Global Politics/ Darian Der J., Shapiro M. J. (eds.). International // Intertextual Relations: Postmodern Readings of World Politics, Lexington, MA: Lexington Books, 1989.
  • Shapiro M.J., Hayward R. Alker (eds.). Challenging Boundaries: Global Flows, Territorial Identities. Minneapolis, MN: University of Minnesota Press, 1996.
  • Sharp P. Diplomatic theory of international relations. Cambridge: Cambridge University Press, 2009.
  • Sheeran P. Literature and international relations: stories in the art of diplomacy. Bogmin: Ashgate Publishing, Ltd., 2007.
  • Shilliam R. International Relations and Non-Western Thought: Imperialism, Colonialism and Investigations of Global Modernity. N.Y.: Taylor & Francis, 2010.
  • Shimko K.L. International Relations: Perspectives and Controversies. Boston: Cengage Learning, 2009.
  • Singer D. Correlates of War Project: Interim Report and Rationale // World Politics. Vol. 24. No. 2. Jan., 1972.
  • Singer Hans W., Ansari Javed A. Rich and Poor Countries: Consequences of International Disorder. London: Routledge, 1988.
  • Small Melvin, Singer J.D. The War Proneness of Democratic Regimes, 1816–1965 // Jerusalem Journal of International Relations 1: 50–69.
  • Smith S. Epistemology, Postmodernism and International Relations Theory: A Reply to Osterud // Journal of Peace Research, 1997. Vol. 34 (3). P. 330–336.
  • Smith S.M., Booth R., Zalewski M. (eds.). International Theory: Positivism and Beyond. Cambridge: Cambridge University Press, 1996.
  • Smith S. New approaches to International Theory / Baylis J, Smith S. (eds). The globalization in world politics. Oxford: Oxford University Press, 1995. P. 181.
  • Snyder R., Bruck H., Sapin B. Foreign policy decision making. NY:The Free Press, 1962.
  • Spykman N. America’s Strategy in World Politics: The United States and the Balance of Power. New York: Harcourt, Brace and Company, 1942.
  • Spykman N. The Geography of the Peace. New York: Harcourt, Brace and Company, 1944.
  • Strange S. Casino Capitalism. Oxford: Basil Blackwell, 1986.
  • Strange S. States and markets. London: Pinter, 1988.
  • Sumner W. Folkways. Boston: Ginn, 1907.
  • Teivainen T. Enter Economism, Exit Politics: Experts, Economic Policy and the Damage to Democracy. London; New York: Zed Books, 2002.
  • Telò M. International relations: a European perspective. Ashgate Publishing, Ltd., 2009.
  • Thomas W.I., Znaniecki F.W. The Polish Peasant in Europe and America: A Classic Work in Immigration History. Urbana.: University of Illinois Press, 1996.
  • Thurnwald R. Die menschliche Gesellschaft in ihren ethno-soziologischen Grundlagen, 5 B. Berlin: de Gruyter, 1931–1934.
  • Tickner A. Yans Morgentau’s Political Principles of Political Realism: A Feminist Reformulation // Millenium. 17 (3). 1988.
  • Tickner A.B., Wæver O. International relations scholarship around the world. N.Y.: Taylor & Francis, 2009.
  • Tickner J. Ann. Gendering World Politics. Columbia University Press. 2001.
  • Tickner J. Ann. Hans Morgentau’s Principles of Pjlitical Realism. A Feminist Reformulation // Derian D. (ed.) International Theory: Critical Investigations. London: MacMillan, 1995.
  • Tilly Ch. Coercion, Capital, and European States, AD 990–1990. Cambridge: Basil Blackwell, 1990.
  • Tretschke von H. Politics. London: Constable, 1916.
  • Tshiyembe Mwayila. Would a United States of Africa work? Le Monde diplomatique (English edition). September 2000.
  • Vincent R.J. Human Rights and International Relations. Cambridge: Cambridge University Press, 1986.
  • Walker, R.B.J. Inside / Outside: International Relations as Political Theory. Cambridge: University Press, Cambridge, 1993.
  • Wallerstein I. After Liberalism. New York: New Press, 1995.
  • Wallerstein I. Decline of American Power: The U.S. in a Chaotic World. New York: New Press, 2003.
  • Wallerstein I. Geopolitics and geoculture: essays on the changing world-system. Cambridge: Press Syndicate, 1991.
  • Wallerstein I. Geopolitics and geoculture: essays on the changing world-system. Cambridge: Press Syndicate, 1991.
  • Wallerstein I. Historical Capitalism, with Capitalist Civilization. London: Verso, 1995.
  • Wallerstein I. The End of the World As We Know It: Social Science for the Twenty-first Century. Minneapolis: University of Minnesota Press, 1999.
  • Wallerstein I. The Twentieth Century: Darkness at Noon? Keynote address. Boston: PEWS conference, 2000. С. 6.
  • Wallerstein I. Utopistics: Or, Historical Choices of the Twenty-first Century. New York: New Press, 1998.
  • Wallerstein I. World-Systems Analysis: An Introduction. Durham, North Carolina: Duke University Press, 2004:
  • Wallerstein I. World-Systems Analysis: An Introduction. Durham, North Carolina: Duke University Press, 2004.
  • Walt S. American Hegemony: Its Prospects and Pitfalls // Naval War College Review. Spring 2002.
  • Walt S. Taming American Power: The Global Response to U.S. Primacy. W.W. Norton, 2005.
  • Walt S. Taming American Power: The Global Response to U.S. Primacy. W.W. Norton, 2005.
  • Walton Dale C. Geopolitic and the great Powers in the Twenty-first Century. Multipolarity and the revolution in the strategic perspective. L; NY: Routledge, 2007.
  • Waltz K. Man, the State, and War. New York: Columbia University Press, 1959.
  • Waltz K. The Spread of Nuclear Weapons: A Debate Renewed. W. W. Norton & Company. New York, 1995.
  • Waltz K. Theory of International Politics. New York: McGraw Hill, 1979.
  • Waltz. M. Man, State and War. New York: Columbia University Press, 1959.
  • Walzer Michel. Thinking Politically. Yale: Yale University Press, 2007.
  • Yan Xuetong. Shijie quanli de zhuanyi: zhengzhi lingdao yu zhanlue jingzheng [The Transition of World]. 2015.
  • Zhang Weiwei. China Wave, The: Rise Of A Civilizational State. New Jersey: World Century Publishing Corporation, 2012.
  • Zhao Tingyang. Tianxia Tixi: Shijie Zhidu Zhexue Daolun [Tianxia System: An Introduction to the Philosophy of World Institutions]. Nanjing: Jiangsu Jiaoyu Chubanshe. 2005.