Una Europa libre necesita de una Alemania independiente de Estados Unidos

Una Europa libre necesita de una Alemania independiente de Estados Unidos

[Aecio] Con la derrota militar del III Reich, Alemania fue ocupada por las dos superpotencias victoriosas: Estados Unidos y la Unión Soviética, teniendo como consecuencia un proceso de reeducación al cual se le negó al pueblo alemán una identidad nacional y el derecho a la soberanía. Con la caída del imperio soviético, su situación no mejoró. La “reunificación” de Alemania no fue más que la anexión de la parte oriental al territorio controlado por Washington, así lo considera el importante politólogo y filósofo ruso Alexander Dugin, quien en esta entrevista añade además que para que haya una Europa soberana, una Alemania independiente debe existir como requisito previo. 

Manuel Ochsenreiter: Profesor Dugin, el escándalo de espionaje de la NSA causó un profundo impacto en las relaciones germano- estadounidense. A los alemanes se nos ha dicho por décadas que Washington es nuestro “amigo” y “socio”. Ahora muchos alemanes e han dado cuenta de que los Estados Unidos se comporta hasta hoy más o menos como una fuerza de ocupación. ¿Por qué tardaron tanto tiempo en darse cuenta?

Dugin: No podemos responder a esta importante pregunta sin precisiones históricas. En primer lugar, Alemania perdió la Segunda Guerra Mundial. En mayo de 1945 se produjo la rendición incondicional de las fuerzas armadas alemanas. La respuesta a la derrota total de la guerra fue la ocupación total de las dos principales potencias: Estados Unidos y de la Unión Soviética.

Washington y Moscú no fueron únicamente las fuerzas principales al final de la guerra, también representaron los dos campos ideológicos de la era posterior a la guerra. Las provincias del este de Alemania, eventualmente anexados por Polonia y la Unión Soviética, y el centro de Alemania fueron ocupados por el ejército soviético, Alemania Occidental por el ejército estadounidense y sus aliados occidentales del Reino Unido y Francia. Alemania fue dividida por dos fuerzas de ocupación. Ninguna parte de Alemania era libre. Hablando con franqueza, la ocupación es ocupación. No hay grado de ocupación.

Con la ideología de la Guerra Fría en ambos lados de la Alemania ocupada, el rostro de la ocupación cambió. Los alemanes de la República Democrática Alemana (RDA) fueron educados de una manera  en que la Unión Soviética los liberó de nazismo y que ahora son “libres”. La ocupación soviética fue interpretada en las escuelas y la educación como la garantía de “la libertad y la independencia”. Lo mismo podemos ver en la República Federal de Alemania (RFA), donde los poderes anglosajones de ocupación reeducaron a la población. Ahí a los alemanes se les dijo que las fuerzas occidentales los liberaron en 1945 y protegieron su “libertad y democracia ” contra la “amenaza comunista” en el Oriente. Pero ni los alemanes de la RDA ni en la RFA eran libres y soberanos, seguían estando invadidos.

Este era el pasado. Pero con la reunificación de Alemania en 1990, la Guerra Fría terminó oficialmente. Eso fue lo que los líderes políticos de todas las fuerzas de ocupación y el canciller alemán Helmut Kohl afirmaron…

Este es quizás uno de los mayores errores de interpretación de la reciente historia alemana. Esta no fue la reunificación de una Alemania libre, independiente y soberana – fue la absorción de una parte de la Alemania ocupada por la otra parte de la Alemania ocupada.

La parte anglosajona de Alemania simplemente “anexó” la antigua parte soviética de Alemania. Este paso tiene que ver con el final de la guerra fría: El frente socialista había capitulado ante el frente capitalista. Ahora toda Alemania es ocupada por Occidente. Política, económica, estratégica e intelectualmente, Alemania es un país ocupado. Al mismo tiempo, la antigua propaganda occidental de la Guerra Fría se convirtió en un tipo de filosofía importante para el concepto del mundo unipolar con un solo polo de decisiones – Occidente.

¿Así que no había oportunidad en 1990 de obtener verdadera libertad?

Por supuesto que había una posibilidad. Después de la caída del bloque comunista no había ninguna razón más para la ocupación occidental de Alemania. Alemania ya no necesitaba más militares estadounidenses para defenderla, pues la amenaza había desaparecido. La Rusia postsoviética era demasiado débil para presentar cualquier tipo de desafío o peligro para Alemania. No había ninguna necesidad en absoluto de la presencia de militares estadounidenses en suelo alemán.

El puro hecho de que no abandonaron Alemania después de 1990 muestra que sigue siendo un país ocupado. El escándalo de espionaje en contra de la población, la economía y los líderes políticos de Alemania sólo expone este hecho de nuevo.

Cuando se negoció el “Tratado sobre el acuerdo final con respecto a Alemania” en 1990, el líder soviético Mijail Gorbachov aceptó una Alemania perteneciente a la OTAN y el retiro de los soldados soviéticos, mientras que los soldados estadounidenses y armas nucleares continuan todavía aquí hasta el día de hoy. ¿Por qué Gorbachov no realizó una campaña a favor de una Alemania libre, neutral e independiente?

En términos generales, todo el período de la década de 1990 es considerado en la Rusia moderna como la época de la “gran traición” de nuestros intereses nacionales. Todo lo que se hizo en la política interna y externa por Gorbachov, y más tarde por Boris Yeltsin, se juzga como un completo fracaso. Consideramos su política como una absoluta estupidez e incompetencia. La rendición ante Occidente en 1990, el abandono de la RDA, no para una nueva Alemania sino para una FRG  más grande, se considera hoy en Rusia como una de las vergüenzas de esta gran traición. ¡Incluso Gorbachov y Yeltsin sacrificaron a nuestra Rusia!

… ¿te refieres a la Unión Soviética?

No, ¡me refiero a Rusia! La Gran Rusia no fue creada por los bolcheviques, ellos sólo la tomaron y la llamaron Unión Soviética. El estado existía desde muchos cientos de años antes que los bolcheviques.

Volviendo a Alemania en 1990: La independencia y la neutralidad de Alemania se discutió incluso en Washington…

Hablé con el politólogo, geoestratega y estadista polaco-estadounidense, quien sirvió como Asesor de Seguridad Nacional para los Estados Unidos, Zbigniew Brzezinski. Le pregunté por qué los estadounidenses prometieron a Gorbachov neutralidad en las primeras negociaciones. Brzezinski es una persona muy valiente y sincera. Él me respondió con honestidad: “¡Engañamos a Gorbachov¡” Creo que Brzezinski me dijo la verdad.

¿Era Gorbachov tan ingenuo o incluso estúpido?

Gorbachov no sólo es ingenuo, sino también un criminal. Él estaba entregando todas nuestras posiciones estratégicas al oponente sin obtener nada a cambio. Y en este sistema la reunificación alemana entra perfectamente. No fue un evento nacional alemán, sino simplemente el intercambio de un régimen de ocupación por otro en la entidad de la RDA. No hubo liberación o la obtención de la soberanía para Alemania, sólo una ampliación de la parte ocupada por los anglosajones de su país.

Para Washington este fue  un paso muy bueno e inteligente, la potencia hegemónica liberal occidental obtuvo poder no sólo en la parte alemana ocupada por los soviéticos, también la obtuvieron en Europa del Este, sin sacrificar una sola gota de sangre.

Podemos decir hoy: La debilidad de la Unión Soviética en 1990 fue la desgracia de Alemania. Con un Moscú fuerte, Alemania podría haberse convertido en un Estado independiente, libre y soberano.

Los políticos estadounidenses, así como los políticos alemanes, utilizan los términos “amistad” y “asociación”…

No hay ninguna posibilidad en absoluto de llamar a la ocupación como amistad o asociación. Asociación y ocupación se contradicen entre sí. Estados Unidos no puede ser un verdadero aliado mientras siga ocupando a Alemania.

Algunos periodistas alemanes tradicionales defienden la presencia de las instalaciones militares de Estados Unidos en Alemania. Dicen: Alemania tiene que ser “vigilado” por los aliados occidentales porque nos comportamos de forma “poco fiable” en el pasado…

(Risas) ¿En serio? Echemos un vistazo a la Alemania de hoy. Su país es completamente liberal, democrático y absolutamente inocente en su política interna y exterior. Una vez más: No hay una sola razón para la ocupación – pero la ocupación continúa. Y éste es el verdadero escándalo – no el espionaje y las actividades de inteligencia de Estados Unidos en Alemania. Esta situación statu quo se convierte ahora obvia para la sociedad alemana. Cada vez más alemanes se preguntan por qué la ocupación continúa y ¿para qué?

Esos políticos y periodistas responden muy claramente: a causa de la “vergüenza del pasado”…

Esta “vergüenza del pasado” fue hace mucho tiempo. Se hace más y más difícil justificar la ocupación por los acontecimientos que sucedieron hace 70 años. Para Alemania es un reto hoy en día, debido a que la clase política en Berlín se acostumbró a la situación de la ocupación, pero esto no puede continuar para siempre. Así que hoy sólo hay una opción: o acabar con la ocupación o aceptarlo como un tipo de situación eterna en Alemania.

Entre más tiempo pasa de la rendición incondicional de las fuerzas armadas alemanas en 1945, mayor es nuestra celebración a los estadounidenses y su ejército como “libertadores”…

Nadie puede continuar con esta demagogia por siempre. No hay ninguna razón para que Alemania sea miembro de la OTAN, no hay razón para que las tropas estadounidenses continúen en suelo alemán, no hay razones para considerar a Washington como un “aliado”, no hay razón para considerar como iguales los intereses nacionales de Estados Unidos y Alemania.

En todos los aspectos Alemania tiene su propia agenda. Así que en el largo plazo, sólo puede haber una solución: Alemania debería reafirmarse como una entidad política independiente, libre y soberana. Cualquier cosa que digan los políticos americanos o alemanes, la verdad es muy simple: No hay libertad con la ocupación. Si los alemanes quieren libertad, independencia y soberanía, deben rebelarse contra la ocupación. No rebelarse en contra de ella significa aceptarlo.

Eso suena demasiado fácil…

(Risas) Por supuesto que esto no es fácil en absoluto. Hablamos de un muy importante y decisivo paso político e histórico. Pero es inevitable, porque la lógica de la ocupación se vuelve ahora más y más transparente. Ya no es posible ocultar esa situación. La estadounidense en Alemania se basa en puro poder político y militar y no en razones estratégicas de Alemania. Ahora es claro para todos en Alemania – pero el reconocimiento de este hecho es muy difícil.

¿Así que el escándalo de la NSA no es otra cosa que un síntoma del verdadero problema – la ocupación?

¡Por supuesto! No hay que confundirse al convertir un síntoma en el problema real. Lo que hacen los estadounidenses en Alemania, lo hacen en el contexto de una fuerza de ocupación. Por cierto: Washington no “espía” en Alemania – Washington simplemente controla su territorio.

Después de la Segunda Guerra Mundial los EE.UU. fueron dueños de la mitad de Europa – ahora son dueños de toda Europa. La intervención de Washington en los asuntos políticos internos de los Estados europeos no es “política exterior” – es visto como una forma de política interna.

En los principales medios de comunicación de Alemania, así como en los comunicados de prensa de los políticos alemanes, podemos leer la siguiente interpretación del escándalo de la NSA: “¡Deberíamos estar contentos de que nuestros amigos nos espían y no los estados autoritarios como Rusia! ¡Esto sería mucho peor! “¿Es esto un resurgimiento de la retórica de la Guerra Fría o simplemente una maniobra de distracción?

Sí, también he leído esta extraña argumentación. Pero tenemos que entender lo que significa “guerra de redes”. Se trata de un tipo de guerra información y de inteligencia. Uno de los principios de esa guerra es no sólo controlar a los enemigos, sino también a los aliados. El socio de hoy puede convertirse en el rival de mañana. Precisamente Alemania está bajo ataque. Que los grandes medios de comunicación y políticos de Alemania defiendan los intereses de Estados Unidos es un aspecto de esa guerra, así como “vacunar” al público alemán contra Rusia. Estoy convencido de que aquellas personas que están detrás de la defensa de los intereses de Estados Unidos y detrás de las campañas anti-rusas son  armas estratégicas de información de EE.UU. en Alemania.

Los críticos responderán ahora: “¡Vamos Profesor Dugin, usted es un teórico de la conspiración!”

(Risas) Claro, lo harían. Pero el concepto de “guerra en redes” se declaró abiertamente en la década de 1990 por el gobierno de Estados Unidos.

La clase política en Berlín, especialmente nuestra canciller Angela Merkel y su partido CDU, es pro-estadounidense. Durante el escándalo de PRISM en junio del 2013, defendieron los intereses de Washington. Ahora, después se supo que la NSA estaba espiando el teléfono móvil de la canciller, no pudieron evitar más una reacción. Pero simplemente discutieron sobre los derechos de privacidad en todo el mundo, nunca sobre la ocupación o la soberanía nacional. ¿Acaso el gobierno alemán pro estadounidense nos distrae del verdadero problema?

No estoy seguro de eso. Podemos considerar esta situación como la primera etapa de aparición en la superficie del verdadero y más importante problema. Hablemos con franqueza: No podemos esperar de la actual clase política alemana cualquier declaración de los derechos de soberanía. Esto es muy poco realista, ¿no es así?

Sería un tipo de milagro…

Así que no esperemos milagros en la política. La actual clase política alemana hace lo que puede. Los políticos alemanes intentan protestar de una forma suave y aceptable para las fuerzas de ocupación. Es una especie de “crítica desde abajo”. Viene junto como: El pequeño ciudadano privado está un poco irritado por la molesta vigilancia del gobierno en sus asuntos privados. Es la reacción de los débiles, de los completamente sumisos, la reacción servil del esclavo ante el amo.}

Por supuesto, no es la reacción entre socios iguales…

No en absoluto. Pero no seamos demasiado pesimistas.

¿Por qué no?

Creo que esta reacción muestra una especie de comprensión de la situación. Se reconoce que no puede seguir así sin ningún cambio. La sociedad está cada vez más insatisfecha con la situación. Alemania está económicamente bien, socialmente más o menos bien, mientras que los estados europeos que lo rodean se enfrentan a retos muy difíciles. Alemania es el motor de Europa.

En esta situación, la dominación estadounidense contradice los intereses nacionales de Alemania cada vez más y más, así como los intereses europeos comunes. Estoy convencido de que la clase política alemana encontró por ahora la manera más inocente de reaccionar porque tiene que, quieran o no. Por cierto, es muy lógico que el gobierno alemán no protestase contra la violación de los derechos de soberanía de Alemania.

¿Por qué?

Porque Alemania no es un estado soberano. Si no se tienen derechos de soberanía, no pueden ser violados por otros. Si Alemania quiere convertirse en un Estado soberano, de rebelarse contra la ocupación. La liberación es lo primero, luego la soberanía. No se puede pretender ser soberano y libre mientras se esté ocupado.

¡” Rebelión” suena violento!

(Sonríe) No en absoluto, esto es un cliché. Rebelión sería que un canciller alemán exigiera abiertamente al gobierno de EE.UU. el retiro de sus tropas de suelo alemán.

¡Ahora hablamos realmente de milagros!

¿No fue la reunificación alemana considerara un milagro muy poco probable, incluso en el verano de 1989?

¡Ha dicho algo importante! Pero de todos modos: Ahora mismo Berlín parece ser más fiel a Washington que a otros países occidentales.

Creo que Alemania es un país muy disciplinado. El liderazgo alemán se siente contratado por sus amos en Washington. En la relación de germano-estadounidense somos testigos de tal vez un relanzamiento trágico de la vieja proclamación alemán de las Waffen SS “Meine Ehre heißt Treue ” (“Mi honor se llama lealtad”). Esta vez, la lealtad es hacia los Estados Unidos.

Qué interesante interpretación de las relaciones germano-estadounidenses…

(Risas) Sí, es una especie de fidelidad. Pero creo que sólo una parte de la sociedad alemana comparte esta actitud con la élite política de su país.

Nuestro gobierno dice que no hay alternativa a la política transatlantista y la “asociación” con los Estados Unidos…

La independencia alemán es un paso futuro inevitable completamente calculado racionalmente que tiene que venir un día. Es el interés de la sociedad alemana, así como la economía.

Echemos un vistazo a la sociedad alemana de hoy: Es liberal y democrática. Actualmente ya no hay influencia nacionalista o revanchista. Cuando hablamos de la soberanía alemana, esas cosas no juegan ningún papel. Existen razones sociales, racionales y económicas puras para que Alemania rompa las estrategias dictadas por Washington.

La razón es que todos esos aspectos entran en conflicto más y más con los Estados Unidos, el cual quiere organizar y controlar su espacio europeo, así como de otras regiones del mundo. Tenemos que esperar el resurgimiento alemán no de la parte nacionalista o tradicionalista de la sociedad alemana, que está débil y completamente saturada por la “vergüenza del pasado”. Pero incluso el espectro liberal y democrático de la sociedad alemana tiene un vivo interés en la independencia de los Estados Unidos. Economistas alemanes tienen actualemente un profundo interés en contra del control por los Estados Unidos. Encontramos que en la sociedad alemana actual un profundo conflicto con Washington; no se trata sólo del espionaje de la NSA.

Usted habla de economía, aspectos sociales y la sociedad liberal de Alemania. ¿Qué papel desempeñan cosas como “la identidad nacional alemana” en el conflicto con los Estados Unidos?

Sabía esta pregunta llegaría…

…ya que es un aspecto importante?

Lo es, pero no jugará papel alguno en el conflicto futuro con Washington. Tales aspectos están por completo prohibidos en la actualidad. Seamos realistas: Incluso en Alemania temas como “la identidad nacional alemana” no se discuten.

Cuando no juega ningún papel en la propia Alemania, ¿cómo será esto un punto importante en el conflicto con Washington? Los conflictos de intereses económicos y sociales entre Washington y Berlín son actualmente mucho más peligrosos por la presencia de Estados Unidos en Alemania y Europa que cualquier agenda identitaria o nacional-cultural.

Así que en su opinión nuestra identidad nacional no jugará ningún papel hoy o en el futuro en la “cuestión alemana”?

¡No he dicho eso! Seguramente no jugará papel alguno en el futuro cercano y en la cuestión de la emancipación alemana de la potencia ocupante estadounidense. Ahora tenemos razones completamente racionales para tal emancipación que preocupan mucho más a Washington que cualquier aspecto tradicional anti-estadounidense en Alemania.

Hace un par de semanas hubo una situación irónica en un programa de entrevistas alemán. El ex embajador de EE.UU. en Alemania, John Kornblum, dio una conferencia a políticos y periodistas alemanes. Dijo que Washington y Berlín son “socios”, no “amigos”. Otto von Bismarck dijo una vez que la política exterior es acerca de intereses, no sobre la amistad. ¿Cómo es que llega un diplomático de EE.UU. a darnos sermón en la forma de pensar de Bismarck en la actualidad?

No me sorprende en absoluto tales situaciones. Después de la Segunda Guerra Mundial el pensamiento libre, especialmente sobre las relaciones con las fuerzas de ocupación, fue absolutamente prohibido en Alemania.

Antes de 1945 fuimos testigos del pensamiento nación-centrista sobre el destino de Alemania en todos los campos políticos de su país. Comunistas, socialdemócratas, centristas, nacional conservadores y nacionalsocialistas tenían a la nación alemana en el centro de sus pensamientos.

El patriotismo alemán no fue en absoluto un invento de los nacionalsocialistas como muchos alemanes creen actualmente. El pensamiento nación-centrista en la política se encuentra también en otros países como Francia, Estados Unidos, Reino Unido o Rusia. Es completamente normal pensar así. Y fue hasta 1945 una tradición alemana. Después de 1945, esta forma de pensar fue prohibida y difamada en Alemania. Los alemanes se vieron obligados de repente a pensar por la “humanidad”, “la comunidad internacional”, “los valores occidentales ” o de cualquier otra manera cosmopolítica.

La reeducación en el período posguerra buscó asegurar que la nueva élite alemana no trabajase para establecer una Alemania libre e independiente. La ausencia completa de cualquier posibilidad de una forma de pensar nación-centrista en la política alemana fue lograda por el poder soviético en la RDA y por los estadounidenses en la RFA.

Los alemanes fueron educados en el pensamiento anti- alemán. No podemos esperar de la élite o la inteligencia alemana, claro que con algunas excepciones, pensamiento centrado en Alemania.

Así que no debemos sorprendernos del todo que los políticos e intelectuales alemanes hablen en términos de “amistad” y no de “intereses” cuando se trata de las relaciones con las fuerzas de ocupación.

Cuando un político alemán deje esa esfera, será suprimido de inmediato por los alemanes que defienden exactamente esta esfera anti-alemana. Es una especie de “Gulag ” o  “campo de concentración” intelectual o mental. Pero esta vez los norteamericanos son los comandantes y capitanes de este campo y la élite alemana interpreta el papel de la “Kapo”, la policía del campo.

Usted debe aceptar esto o rebelarse. Para la rebelión es todavía demasiado pronto, pero llegará con seguridad. Una Alemania libre e independiente es una gran oportunidad para toda Europa. Europa solo puede emanciparse de la dominación estadounidense con una Alemania emancipada.

Traducido del inglés por Manuel Ortiz