LA MAGIA POLÍTICA Y LA IMAGEN DE LA VICTORIA

Occidente ha empezado a promocionar explícitamente una serie de “reflexiones mágicas sobre como derrotar a Rusia”, las cuales son una especie de autosugestión o propaganda político-militar que hacen referencia explicita a las teorías antropológicas. Si se quiere es alguna clase de propaganda mágica de guerra. Tal hechizo resulta bastante eficaz frente a la realidad, pues como saben los antropólogos el mago recita constantemente una fórmula mágica frente a una audiencia que termina por creerla. Y es así como quienes caen bajo el influjo del mago comienzan a vivir y actuar como si la realidad que él creo fuera la única que existe. Lo interesante es que la realidad se va convirtiendo, poco a poco y debido a las acciones de la gente, en aquello que el mago recita. Las personas convierten en realidad aquello que el mago (ideólogo, comisario, experto, comentarista, periodista, chaman) describe. Así es como funcionan las ideologías.

La creencia en el comunismo y la repetición constante de la propaganda ayudaron a construir, no el comunismo en sí, sino un enorme y poderoso Estado socialista que no fue otra cosa que un imperio rojo. Las fórmulas mágicas recitadas por el liberalismo terminaron por darle a la democracia occidental, el mercado y el capitalismo un carácter global. Incluso las ideas mágicas promocionadas por el payaso neonazi Zelenski están produciendo frente a nuestros ojos el exterminio de la nación ucraniana y la desaparición de su Estado gracias a la frase “mata a un moscovita y todo estará bien”. Es una fórmula mágica que funciona horriblemente bien, pues los rusos son asesinados con ayuda de Occidente, mientras que se oculta la desaparición de los mismos ucranianos y el hundimiento de su país. Claro, la magia política no anula para nada la realidad, solo se trata de un procedimiento racional y pragmático que crea las condiciones en las que existe la sociedad, pues toda sociedad, como lo expresaba Georges Sorel, existe gracias a ideas-fuerza.

En estos momentos Occidente está promocionando una fórmula mágica sobra la “inevitable derrota de Rusia”, lo cual es muy diciente. Esto último no quiere decir que hayan decidido abandonar la magia (propaganda) con tal de admitir que los acontecimientos van por otro lado, sino que es una forma, un estilo, de encubrir como el teatro mágico operativo mundial está cambiando. Sin embargo, darnos cuenta de esto último no significa que debamos bajar la guardia. Rusia necesita también de la alta magia con tal de obtener la Victoria. Necesitamos hacer un gran esfuerzo para imaginar el futuro de Rusia. La Victoria, antes de convertirse en una realidad, debe ser imaginada. Primero debemos describirla usando nuestro espíritu y después realizarla por medio de nuestra voluntad. Para ello necesitamos imágenes, palabras y formulas que capten las corrientes emocionales que hacen parte de nuestras fuerzas mentales. Tales operaciones no se oponen a la planificación racional, pero se trata más de imágenes que de conceptos. Subestimar la fuerza de las estructuras del imaginario puede resultar contraproducente La imaginación de la guerra, con todos sus jeroglíficos y significados, debe ser abordada con sumo cuidado.

Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera