EL ORDEN POSTGLOBAL ES INEVITABLE

La autosuficiencia en el soporte vital, los recursos, la economía y la política deben combinarse con una política exterior efectiva, en la que se destaque una estrategia de alianza. Lo más importante es tener un número suficiente de aliados estratégica y geopolíticamente importantes que juntos formen un bloque potencial capaz de proporcionar a todos los participantes una resistencia efectiva y una defensa suficientemente confiable contra la probable agresión extranjera. Lo mismo se aplica a los lazos económicos y financieros que expanden el volumen de los mercados disponibles, no a escala global sino regional.
Para garantizar la soberanía y la autonomía, es importante establecer el control sobre aquellas áreas de las que depende la soberanía y la seguridad de cada entidad soberana. Esto hace que ciertos procesos de integración sean un imperativo geopolítico. La existencia de enclaves hostiles en una proximidad amenazante del territorio nacional (potencial o real) socavará la defensa y la seguridad. Por lo tanto, ya en las condiciones para combatir la epidemia, se debe prever y establecer un cierto modelo de integración.

Qasem Soleimani, mártir del mundo multipolar, y la nueva geografía de la gran guerra de los continentes

En la medida en que Oriente Medio es un espejo de los cambios globales de la geopolítica mundial, este acontecimiento tiene una dimensión aún mayor que afecta al orden mundial en su conjunto. No es una coincidencia que muchos observadores interpretaran la muerte del general Soleimani, un héroe de la lucha contra daesh en Siria e Irak, como el comienzo de una Tercera Guerra Mundial o en lo más mínimo de una guerra de los Estados Unidos contra Irán. El ataque con misiles iraníes contra dos bases militares norteamericanas en Irak el 8 de enero de 2020, parece confirmar este análisis: La muerte de Soleimani es el punto de partida de la "batalla final". Así es precisamente como se ha percibido este evento en el mundo chiita, donde las expectativas del fin del mundo y la venida del Mahdi, el Salvador prometido al final de los tiempos, son tan fuertes que afectan no sólo a su visión religiosa del mundo, sino también al análisis de los acontecimientos políticos e internacionales cotidianos. Los chiitas ven el fin del mundo como una "batalla final" entre los partidarios del Mahdi y sus oponentes, las fuerzas de Dajjal. Se cree que los partidarios del Mahdi son musulmanes (tanto chiitas como suníes, pero con la excepción de corrientes como la wahabí y la salafí, que se reconocen como extremistas, "herejes" y "takfiri"), mientras que Dajjal, el anticristo islámico, se asocia constantemente con Occidente, en primer lugar con los Estados Unidos de América. La mayoría de las profecías dicen que la batalla final tendrá lugar en el Oriente Medio y que el propio Mahdi aparecerá en Damasco.

 

Ideología del gobierno mundial

Después de la Guerra del Golfo, casi todos los medios de comunicación en Rusia, así como en Occidente, inyectaron en el lenguaje común la fórmula “Nuevo Orden Mundial”, acuñada por George Bush, y luego utilizada por otros políticos, incluidos Gorbachov y Yeltsin. El Nuevo Orden Mundial, basado en el establecimiento de un Gobierno Mundial Único, como lo han admitido con franqueza los ideólogos de la Comisión Trilateral y Bildenburg, no es simplemente una cuestión de dominación político-económica de una cierta camarilla “oculta” de banqueros gobernantes internacionales. Este “Orden” se basa en la victoria a escala mundial de una determinada ideología especial, por lo que el concepto se refiere no solo a los instrumentos de poder, sino también a la “revolución ideológica”, una conciencia de “golpe de estado”, un “nuevo pensamiento”.  La vaguedad de las formulaciones, el secretismo y la cautela constantes, el misterio deliberado de los mundialistas no permiten, hasta el último momento, discernir claramente el contorno de esta nueva ideología, que decidieron imponer a los pueblos del mundo. Y solo después de Irak, como si siguiera las órdenes de alguien, se acabaron ciertas prohibiciones y aparecieron varias publicaciones, que comenzaron a llamar a las cosas por sus nombres propios. Entonces, intentemos, sobre la base del análisis realizado por un grupo de autores de la junta editorial de “Elementos”, definir, en los términos más generales, los conceptos básicos de la ideología del Nuevo Orden Mundial.

Discurso sobre el 40 aniversario de la Revolución Iraní (2020, Karaj / Alborz)

Irán es el único ejemplo de la posibilidad y la realidad del Regreso de los Grandes Tiempos, de la restauración de la sagrada tradición en la vida, la sociedad, la cultura y la política, dentro del mundo caótico y sin Dios, dominado por la Modernidad pervertida, la “occidentalointoxicación” (como gran El pensador iraní Ahmad Fardid lo llamó) totalmente desprovisto de justicia, libertad y dignidad debido al gobierno satánico del Daddjal claramente encarnado en la hegemonía occidental moderna y, sobre todo, en Gran Shaytan - Estados Unidos de América.

 

EL REGRESO DE SETTEMBRINI Y NAPHTA EN EL SIGLO XXI

Si propone un tipo de identidad entre el nihilismo y el rechazo de la interpretación occidental de los derechos humanos, la libertad y la democracia liberal, en ese sentido, estoy de acuerdo. Estoy en contra de eso, porque para mí no son valores universales. Creo que la democracia, el contenido de la democracia, está cambiando He hablado una vez con Fukuyama, y ​​Fukuyama definió la comprensión moderna de la democracia liberal como el gobierno de las minorías contra la mayoría, porque la mayoría siempre puede transformarse en populismo, fascismo y comunismo. Entonces esa es una idea completamente nueva, creo. Y no comparto esta nueva comprensión de la democracia liberal, desafío que el tema de la libertad sea el individuo, y esa es la esencia, el eje de la ideología de los derechos humanos. Considero que la identidad del hombre, de la cultura humana, de la sociedad, no se puede reducir a la individualidad. Por ejemplo, en nuestra tradición rusa, el sujeto de la libertad o el sujeto humano no es individual, es colectivo. Y eso fue en la época de los zares, que fue definido por la iglesia, luego por el comunismo. Pero la identidad colectiva siempre fue dominante en nuestra cultura, así como en la cultura china, en la cultura india, hasta cierto punto en la cultura islámica. Creo que soy nihilista en el sentido de que rechazo la universalidad de los valores occidentales modernos. No creo que sean universales. Creo que son occidentales, son modernos. Creo que Occidente todavía es muy poderoso y los defiende poderosamente. Pero solo cuestiono que la única forma de interpretar la democracia es como la regla de las minorías contra la mayoría, que la única forma de interpretar la libertad es como la libertad individual, y que la única forma de interpretar los derechos humanos es proyectando una versión moderna, occidental, individualista de lo que significa el ser humano en otras culturas.

 

Populismo: La regla de las personas y la nueva ideología global

Mucha gente piensa que el "populismo" es solo una designación peyorativa de actuaciones espontáneas contra la élite en Europa y otros países que afectan el panorama de la política moderna. El "populismo" se entiende con mayor frecuencia como la ausencia de una ideología política consistente, como la socialdemocracia, la democracia liberal, el socialismo, el nacionalismo o las ideas republicanas formuladas con claridad. Además, se considera que el "populismo" es todo lo que queda fuera de los límites de la ideología a la que se adhieren las élites globales modernas.

ES HORA DE SUPERPUTIN: DUGIN SOBRE EL ANÁLISIS DE PUTIN DE SURKOV

Al poner todas las consideraciones juntas, tenemos la siguiente imagen. Surkov y en su persona la élite gobernante comienza a presentar el proyecto del "Putinismo eterno", es decir, convertir el status quo en una repetición interminable de lo mismo, en una especie de "Día de la Marmota". Pero no será un compromiso, sino un simulacro de compromiso, no el patriotismo vivo y sincero de Putin, aunque inconsistente y poco sistemático, sino su imitación, un cyborg. El nuevo "Putin", aparentemente, en el espíritu de las tecnologías avanzadas con las que el gobierno ruso está entusiasmado, se supone que debe imprimirse en una impresora 3D. Obviamente, la omnipotencia de la tecnología está sobrevalorada aquí, así como la idiotez y la pasividad del pueblo ruso. Putin mismo demostró que los años 90 tienen una alternativa, aunque no explicó claramente de qué se trata. Ahora bien, la sociedad puede reflexionar sobre el contenido de esta alternativa y exigir claridad en su relación.

Coronavirus y los horizontes de un mundo multipolar: Las posibilidades geopolíticas de la Epidemia

El estallido de la epidemia del coronavirus ha sido un momento decisivo en la destrucción del mundo unipolar y el colapso de la globalización. La crisis de la unipolaridad y al aceleración de la globalización han sido notables desde el comienzo de la década del 2000: la catástrofe del 11 de septiembre, el fuerte crecimiento de la economía de China, el regreso a la política global de la Rusia de Putin como una entidad cada vez más soberana, el despertar del  mundo islámico, la creciente crisis de los migrantes y el auge del populismo en Europa e incluso en los Estados Unidos que resultó en la elección de Trump y muchos otros fenómenos paralelos han dejado en claro que el mundo que se formó en los años 90 en torno al dominio del Occidente, los Estados Unidos y el capitalismo global han entrado en una fase de crisis. El orden mundial multipolar está comenzando a formarse con nuevos actores centrales, las civilizaciones, según lo previsto por Samuel Huntington. Si bien hubo signos de multipolaridad emergente, una tendencia es una cosa y la realidad objetiva otra. Es como el hielo quebradizo en la primavera: está claro que no durará mucho tiempo, pero al mismo tiempo, es innegable que aquí este puede resistir, aunque con riesgo. Nadie puede estar seguro de cuándo cederá el hielo roto.

 

LOS DIOSES DE LA PLAGA: LA GEOPOLÍTICA DE LA EPIDEMIA Y LAS BURBUJAS DE LA NADA

Cuando escuchas la historia sobre el mercado de Wuhan e imaginas la lucha de los murciélagos con las serpientes venenosas, su feroz intercambio de contagio y las flechas microscópicas asesinas de la inexistencia con forma de corona, es imposible deshacerse de la imagen de las burbujas de la nada. La misma sensación se produce por la caída de los precios del petróleo y el colapso de los índices bursátiles. Incluso la guerra, con su especificidad y su despertar existencial, no nos salva del ataque de nada, ya que la motivación de las guerras modernas está tan profundamente enredada en intereses materiales, financieros y corruptos, habiendo perdido su pureza original: el encuentro directo con la muerte. Solo sirve como otra burbuja de nada, cumpliendo sus instrucciones para llevar la materia al olvido total.

La Misión de Julius Evola por Alexandr Dugin

 Evola es una figura paradigmática del tradicionalismo, junto con Guénon. Cuanto más tiempo pasa, más impresionante nos resulta. Ninguno de los guenonianos –  Burkhardt, Valsan, Schuon, dejando de lado los menos importantes – podrían siquiera comparase con Evola. Los guenonianos se están volviendo algo común, se han vuelto conformistas, o masones, o han caído en la debilidad mental de la “nueva era”, pero el caso de Evola se mantiene como un monumento del espíritu en estos tiempos oscuros.

Tan pronto como los regímenes de la tercera posición se vuelven cosa del pasado, somos menos conscientes del funcionamiento de los partidos y aun de los líderes de esos partidos, y las figuras como Evola brillan más fuerte. Y esto va en aumento. Después de 20 años se dirá que Hitler y Mussolini eran figuras políticas que vivieron en la era de Evola y Heidegger y se dividieron (en un nivel primitivo, y parcialmente) sus ideas.

Barón Unger: El dios de la guerra

El final. Traición. Ungern fue capturado por los rojos. El general Blücher había ordenado que Ungern fuera tratado como un oficial soviético. Los Guardias Rojos lo llevaron al puesto de mando de la compañía del comité militar revolucionario del Yenisei.
Blücher se reunió personalmente con Ungern y le propuso unirse a los bolcheviques. Ambos hablaron en alemán. Blücher habló de los eurasianistas, el nacional-bolchevismo y una línea especial en el liderazgo soviético, nacional, que estaba recubierta superficialmente con “fraseología marxista”, y que se esforzaba por construir un estado gigantesco, continental y tradicionalista no solo en Mongolia, sino en toda Eurasia. Blücher le prometió al Barón plena amnistía y una posición alta. Al mismo tiempo, en un departamento secreto de la OGPU, encabezado por el martinista Gleb Boki, se estaban desarrollando planes para una expedición al Tíbet, para la transformación del espíritu bolchevique en un nuevo tipo de realidad espiritual.

Lenin, el avatar rojo de la ira

Lenin movilizó a la nación para una agitación total. Sí, fue sangriento, pero la sangre es inherente al nacimiento de todas las cosas. Sí, era alegórico, pero el discurso ideológico de la tradición ya se ha visto obligado durante muchos siglos a disfrazarse de dudosas fórmulas de compromiso, de lo contrario, la humanidad del Kali Yuga simplemente no entendería nada, ya que se ha vuelto tonta y se ha bestializada sin límites. Sin embargo, una nueva percepción de Lenin y el leninismo no es un trabajo fácil. La vulgaridad de la simple nostalgia o el dogmatismo no reflexivo estaría fuera de lugar tanto como la predicación trillada de los anti-sovietchiks (por cierto, los anti-soviéticos de hoy son los más repugnantes de los soviéticos de ayer; no es accidental que los verdaderos disidentes y combatientes reales contra el régimen nunca lograron ocupar ningún puesto de importancia en la jerarquía política). El nuevo leninismo debería ser percibido mágicamente, euroasiáticamente, escatológica y geopolíticamente.

Las raíces metafísicas de las ideologías políticas

En la ciencia política moderna, la sociología y las disciplinas que se han vuelto inseparables de ellas, como la historia de la religión, la etnología y la antropología (todas las cuales en los últimos años han cedido a las estadísticas y al economismo), el caos reina en lo que respecta a la mayoría de definiciones fundamentales de las tendencias políticas como el fascismo, el comunismo, el socialismo, la democracia, etc. Además del hecho de que los comunistas, los fascistas y los demócratas mismos, como regla general, definen sus posiciones ideológicas de forma bastante vaga y contradictoria (un hecho explicable en gran medida por objetivos puramente propagandísticos), al mismo tiempo, todas las proporciones se han distorsionado finalmente en medio de la popularidad particularmente elevada de las metodologías de la Nueva Izquierda, para quienes la misma palabra “fascismo” se ha convertido en sinónimo de todo lo malo y comunismo (léase: “libertad de voluntad ”) de todo lo bueno. Por otro lado, entre los demócratas moderados y los liberales moderados, otra definición se ha hecho popular, a saber, la presentada por los sovietólogos de que “el comunismo es fascismo”. Cuando se trata de factores como la religión, el gobierno autoritario, la especificidad nacional y los cataclismos ecológicos, entonces las estructuras lógicas se desmoronan por completo y cualquier razonabilidad en las definiciones a veces es reemplaza por la pasión, la emoción y las simpatías individuales y nacionales, etc.

EL HACHA ES MI NOMBRE (Dostoievski y la metafísica de San Petersburgo)

Raskolnikov trae el hacha de Oriente.

El hacha del sol naciente, el hacha de la libertad y el nuevo amanecer.

La novela debería haber terminado de manera triunfal con la justificación completa de Rodion. El crimen de Raskolnikov es el castigo para el usurero. Se proclama la era del hacha y la revolución proletaria. Pero … fuerzas adicionales entraron en el asunto. El investigador Porfiriy resulta ser especialmente insidioso. Ese representante de la jurisprudencia kafkiana y el pseudo humanitarismo farisaico comienza una intriga complicada para difamar al personaje principal y sus acciones ante los propios ojos de Raskolnikov. Por supuesto, en la forma mezquina en que hace malabares con los hechos, lleva a Raskolnikov a un laberinto ciego de dudas, nerviosismo y trastorno mental. No solo intenta meter a Rodion en la cárcel, sino que trata de reprimirlo de una manera espiritual. El personaje principal debería haber tratado esa escoria de la misma manera que lo hizo con la anciana: “Aplastar el cráneo de la serpiente”. Pero nuestro personaje resulta ser incapaz de recobrarse … Entonces, el resto del tejido del mito también resulta ser descifrado. Raskolnikov, según el escenario primordial, debería haber sacado a Sabiduría-Sofía del burdel, como el Gnóstico-Simón hizo con Helena. Incluso la escena de recitar la narración del Evangelio sobre la resurrección de Lázaro permaneció desde la versión original: Sofía, rescatada por el Amor y al ser liberada de la esclavitud usuraria, propaga la resurrección universal. Pero aquí, por alguna razón, se une a una conspiración con el “adorador de serpientes humanitario”, Porfiriy. Ella comienza a sugerirle a Raskolnikov una idea: que la anciana, dijo, debería haberse salvado, que “no era un piojo tembloroso”. La sociedad del amor a los animales, incluida la serpiente mundial de la oscuridad total. Un cuidado por la lágrima de un capitalista.

¿Cómo se puede explicar todo esto?

Orión, o la conspiración de los héroes

Orión es la más misteriosa de todas las constelaciones. El tiempo se esconde en su hombro derecho. Él es el héroe principal del mundo subterráneo (¡y no solo subterráneo!). “Betelgeuse” significa “hombro del héroe” en árabe. Es en ese mismo hombro donde se guarda el secreto de un libro que Fulcanelli primero le dio a Canseliet, y luego se retiró, prohibiendo su publicación. El asunto concierne al “Finis Gloria Mundi”, tercer libro del adepto. Cuando la leche de Virgo toca el hombro musculoso del “dios negro”, y así pierde sus manos bajo los cuchillos de los ejecutores despiadados, se acerca un fuego mundial, la esfera se está volcando. El cielo cae, está hecho de piedra, como todos saben. Los héroes preparan en secreto terribles conmociones para la sociedad. Una sociedad que se consuela con el hecho de que los ha desterrado de la historia, pero ¿dónde está la frontera precisa entre el alcance literario y nuclear, entre un rincón oscuro para meditaciones y bombardeos de alfombra?

Según nuestra información, los agentes de Betelgeuse, habitantes del “mundo mágico de los héroes”, disfrazados de funcionarios estatales, han llegado a la sala de máquinas de la autoridad. Solo existe la certeza de la secuencia celestial y los ciclos procesionales en sus mentes. Un incendio nuclear del hemisferio norte es una forma de Olimpo, el fuego de Hércules para ellos.

Qasem Soleimani, mártir del mundo multipolar, y la nueva geografía de la gran guerra de los continentes

En la medida en que Oriente Medio es un espejo de los cambios globales de la geopolítica mundial, este acontecimiento tiene una dimensión aún mayor que afecta al orden mundial en su conjunto. No es una coincidencia que muchos observadores interpretaran la muerte del general Soleimani, un héroe de la lucha contra daesh en Siria e Irak, como el comienzo de una Tercera Guerra Mundial o en lo más mínimo de una guerra de los Estados Unidos contra Irán. El ataque con misiles iraníes contra dos bases militares norteamericanas en Irak el 8 de enero de 2020, parece confirmar este análisis: La muerte de Soleimani es el punto de partida de la "batalla final". Así es precisamente como se ha percibido este evento en el mundo chiita, donde las expectativas del fin del mundo y la venida del Mahdi, el Salvador prometido al final de los tiempos, son tan fuertes que afectan no sólo a su visión religiosa del mundo, sino también al análisis de los acontecimientos políticos e internacionales cotidianos. Los chiitas ven el fin del mundo como una "batalla final" entre los partidarios del Mahdi y sus oponentes, las fuerzas de Dajjal. Se cree que los partidarios del Mahdi son musulmanes (tanto chiitas como suníes, pero con la excepción de corrientes como la wahabí y la salafí, que se reconocen como extremistas, "herejes" y "takfiri"), mientras que Dajjal, el anticristo islámico, se asocia constantemente con Occidente, en primer lugar con los Estados Unidos de América. La mayoría de las profecías dicen que la batalla final tendrá lugar en el Oriente Medio y que el propio Mahdi aparecerá en Damasco. 

La noción de geopolítica en Aleksandr Dugin y sus implicaciones para América Latina: una cosmovisión del mundo y las relaciones de poder

Aunque los países de América Latina tienen una tradición judeocristiana, base esencial de la civilización occidental, aún prevalecen algunas de sus raíces indígenas, particularmente en países como Perú, Ecuador y México. En Perú, por ejemplo, los apellidos indígenas aún se conservan y son parte de la cotidianidad. El reconocido politólogo Samuel Huntington (1998) señala que los latinoamericanos no son parte de la civilización occidental, al menos no plenamente. Los latinoamericanos y los rusos están ubicados en una suerte de espacio semi-occidental, cada uno con sus respectivas y distintas razones. Más allá de que los críticos de Huntington vean en su obra algunas tendencias racistas y eurocentristas (Lozada, 2017) — dependiendo del criterio de cada quien — , lo cierto es que su paradigma es uno de los más relevantes en las academias científicas y humanísticas del mundo, incluso en América Latina. El ensayo de Edward Said (2001) fue uno de las más importantes respuestas a Huntington.. En las principales universidades de Venezuela, por ejemplo, es esencial estudiar a Samuel Huntington para comprender el desarrollo de las civilizaciones del mundo.

El final de la 'hipótesis Dugin' y las lecciones que nos está enseñando Italia

Los cambios que están sucediéndose en Italia revelan tres aspectos esenciales de la política occidental: la 'hipótesis Dugin', el plan de Trump y la ceguera del globalismo liberal.

En Occidente, estos partidos han basado su oferta electoral en una mezcla peculiar, ya que sus valores eran de extrema derecha, ligados al nacionalismo, la lucha contra la inmigración, la defensa de los valores patrios y al combate contra las costumbres liberales, al tiempo que sumaban, y tanto el Brexit, como Trump o Salvini son producto de esta tendencia, una defensa de los perdedores a través del rechazo de la globalización. Su gran baza era la pelea contra un orden mundial injusto en el que eran sus nacionales quienes pagaban la factura: "El mundo nos roba", como aseguraba Trump, "La UE llena el país de emigrantes", como se decía en el Reino Unido o "Bruselas nos roba", como afirman los italianos. La idea de fondo era que se iba a pelear contra ese enemigo exterior (ya fueran los burócratas europeos, los de Washington, los emigrantes, los comunistas o todos ellos) a través de un mayor cierre nacional. De esta forma se recogerían beneficios (los que les estaban quitando) que irían a parar a los suyos, por ejemplo en forma de conservación de los puestos de trabajo, del fin de las deslocalizaciones o del reemplazo de los nacionales por los emigrantes en las empresas, así como de la preservación de las costumbres y tradiciones propias.

 

Aproximaciones a La Cuarta Teoría Política desde el Liberalismo Americano

Afortunada, o desafortunadamente, Colombia ha mostrado desde su fundación una rotunda afiliación a las ideas del liberalismo clásico que se esparcieron por el mundo, a través de ese maravilloso fenómeno que llaman «la ilustración». Para bien, o para mal, depende de quién vea la historia, nuestra República nació de estas ideas que entre francesas, inglesas y norteamericanas sirvieron de base para los primeros atisbos de independencia dentro del antiguo Virreinato de la Nueva Granada. Es entendible, después de esta breve introducción, afirmar que nos encontramos por analogía en ese paradigma liberal y que no hemos salido de él desde que se instauró en estas tierras tropicales que todavía no lo comprenden, asimilan o modifican sustancialmente.

ACABAR CON HEGEMONÍA OCCIDENTAL

El liberalismo, esta ocupación del país por el Occidente precisamente porque en los años noventa fue la ocupación. Gorbachov ha querido hacer un acuerdo con Occidente para dejar la Guerra Fría pero Occidente entendió esto como capitulación de Rusia, la respuesta fue la expansión de la OTAN, la presión sobre Rusia para acelerar su final, su fin. Brzezinski ha declarado abiertamente que hay que destruir Rusia totalmente. Era la política general del unipolarismo Occidental en los años noventa. La élite que llegó al poder, liberal-demócrata, era una élite pro occidentalista que ayudaba a occidente a la destrucción del país, han vendido casi todo y Putin era un de ellos, es muy importante para comprender, para entender, qué se produjo en el momento de su llegada al poder.

Era una parte de este sistema. Este sistema iba en el sentido de la destrucción total del país, la posición era débil, no ha podido oponerse en nada contra este curso de los liberales, de los oligarcas, de los traidores y Putin era una parte de este grupo. Pero cuando ha llegado al poder ha cambiado de golpe todo, totalmente todo. Siendo el hombre de Yeltsin desde sus primeros pasos en el poder Putin ha empezado a seguir una línea totalmente opuesta a la línea de Yeltsin.

Aleksandr Duguin y su devoción por Perón y el modelo sindical argentino

“Pienso que debemos concebir trabajo por fuera del marxismo. Porque el marxismo se ocupa del trabajo abstracto solamente, por eso (Karl) Marx pensaba que el capitalismo es la fase necesaria del desarrollo de la humanidad, de la economía, de la sociedad. Solamente cuando todo el trabajo deviene abstracto y no concreto, solamente después, la revolución socialista proletaria sería posible. Eso es totalmente negativo, por eso esto juega a favor del capitalismo, liberalismo, globalización, esto se ve en la izquierda moderna, post moderna, que son los aliados del liberalismo gran capital”.

Rusia no es un país…es una civilización

El neoliberalismo fue mostrado, no solo como arma de dominación, sino también de promoción del caos, sobre el cual se benefician las potencias anglosajonas. Este caos es promovido a través del tráfico de drogas, la ideología de género, el ataque  a la iglesia – considera que la Iglesia Católica es un objetivo a destruir por el neoliberalismo – las identidades y culturas nacionales.

Volviendo al ataque a las iglesias tanto ortodoxa como católica romana, Duguin, nos habla que este movimiento globalizador, que promueve el individualismo, la destrucción de identidades nacionales y su reemplazo por un capitalismo salvaje, es comparable al Anticristo. Palabras elocuentes que ponen de manifiesto el convencimiento que tiene el Dr Duguin, sobre una verdadera guerra que va mas allá de lo político o económico, sino que es algo más profundo, tiene que ver con el plano cultural y religioso.

El intelectual preferido de Putin fue eje de un debate en Buenos Aires

Otra de las claves del pensamiento de Dugin es la definición de la actualidad geopolítica como un mundo dividido en dos polos, en el que se enfrentan una “Civilización del Mar” (el liberalismo y el libre-comercio, que pretenden uniformizar y expandir los valores de Occidente y convertirlos en universales) y una “Civilización de la Tierra”, que se alimenta de las tradiciones, de las identidades colectivas, de las raíces culturales, y que defiende las particularidades de cada pueblo. Esta mirada tiene puntos de contacto con la obra del filósofo, politólogo y teórico alemán Carl Schmitt. Para Dugin, “la Civilización del Mar” está asociada al bloque atlántico liderado por EEUU y Gran Bretaña, mientras que “la Civilización de la Tierra” está conformada por la Federación Rusa y otros Estados cercanos territorialmente que integran un bloque continental euroasiático. “La Cuarta Teoría Política implica un desafío: el de enfrentar al liberalismo sin caer en las alternativas totalitarias del siglo XX, como el fascismo, el comunismo y los nacionalismos de terceras posiciones”, advirtió  Montenegro.

ARGENTINA ESTÁ LLAMADA A SER EL POLO DE LA CIVILIZACIÓN IBEROAMERICANA

A poco de iniciar la conferencia Dugin afirmó que en Argentina (más específicamente en la Ciudad de Bs As) se encontró con Europa pero no la Europa actual materialista y cosmopolita sino con la Europa Tradicional que se perdió con la Modernidad. A partir de esto pudo definir a Buenos Aires como el principal polo intelectual y cultural de la Civilización Sudamericana. Al hablar de este tipo de civilización no se refiere a un simple latinoamericanismo como el propugnado por ciertas izquierdas indigenistas sino a Sudamérica como Civilización fundamentada en el ideal de los americanos como herederos de la vieja Europa integrando a los diversos elementos que coexisten dentro del territorio. De esta manera La Ciudad de Buenos Aires es el modelo a seguir para el resto de las grandes capitales del subcontinente mas allá de las diferencias regionales que puedan llegar a haber diferencias que pueden contribuir a un mayor enriquecimiento cultural siempre y cuando se inscriban dentro de una Comunidad Organizada. Esto nos lleva a la mención de Dugin de Perón como gran estratega en cuanto a Relaciones Internacionales al proponer la unión de Brasil y Argentina para poder defender una soberanía en común. Un mundo multipolar no puede hacer frente a la hegemonía unipolar del Liberalismo sino es uniéndose en grandes bloques civilizatorios. América del Sur puede desarrollarse orgánicamente únicamente dentro de un mundo multipolar.

Perón es el profeta ontológico, el ejemplo a seguir por todos los jefes de Estado. La Comunidad Organizada es la respuesta

En un encuentro en la Facultad de Derecho de la Universidad de Lomas de Zamora, este lunes 22 de abril, el filósofo ruso, Alexander Dugin, cercano al presidente Vladimir Putin, se refirió a la figura del general Juan Domingo Perón y elogió la importancia filosófica y política de su pensamiento.

«Perón es genial. Es el profeta ontológico. Sólo Perón ha visto profundamente en su visión el problema más importante de la humanidad: el del ser. Y la humanidad sólo puede ser comunidad», sostuvo Dugin en el encuentro organizado por el CEES (Centro de Estudios Estratégicos Suramericano) y la secretaría de DDHH de la CGT, en el marco del aniversario número 70 del Congreso de Filosofía de Mendoza, que fuera clausurado con el histórico discurso de Perón sobre la Comunidad Organizada.

La Cuarta Teoría Política del filósofo ruso Alexander Dugin, estratega asesor de Putin

La CTP aparece como una oposición radical a la modernidad y a todas sus manifestaciones, incluida la actual implosión postmoderna. La CTP se dirige a todas aquellas personas que sienten una radical insatisfacción ante la sociedad actual, sus mensajes y sus “valores”. Una disección previa de la modernidad es el paso previo a la síntesis y construcción de la CTP. Las raíces últimas de la modernidad son difíciles de rastrear. Para Heidegger en los albores de la filosofía occidental, en la Grecia presocrática, ya se produjo el “olvido del Ser” que empaparía la metafísica occidental y que desembocaría en el “Gesteller” o dominio de la técnica que lleva al nihilismo. Para Alain de Benoist (y otros autores de la Nueva Derecha) será el cristianismo el que introducirá la metafísica de la subjetividad, la visión lineal de la historia y la separación radical entre Dios y el mundo, que convertirá a este en un objeto desacralizado, presto a ser utilizado por una técnica al servicio de lo inmanente. Dugin, no tan radical, sitúa los orígenes de la modernidad con la aparición del liberalismo. Sus antecedentes inmediatos son la filosofía de Descartes y la Ilustración, y sus grandes teorizadores son Rousseau, Locke y Schmitt. Aquí Dugin introduce un concepto interesante: el de “sujeto”. Toda teoría política pivota sobre un sujeto, y el sujeto del liberalismo es el individuo.

El liberalismo es la destrucción total de la identidad colectiva

El filósofo ruso formó parte de la conferencia realizada en la Facultad de Derecho en Conmemoración del Congreso de Filosofía de 1949. En aquella oportunidad Perón realizó una ponencia que luego se convertiría en su obra más importante: La Comunidad Organizada. ÚNICO MEDIO.

En el marco de la conmemoración de los 70 años del Congreso de Filosofía de 1949, se llevó a cabo en la Facultad de Derecho de la Universidad de Lomas de Zamora la conferencia "Desafíos para la reconstrucción de la Comunidad Organizada", en la que participó Aleksandr Dugin, asesor geopolítico del presidente ruso Vladimir Putin. La jornada fue organizada por el Centro de Estudios Estratégicos Suramericanos de la CGT, que conduce Julio Piumato. LA TERCERA, único medio de zona sur en el evento. La apertura del panel de la primera jornada estuvo encabezada por Alberto Buela, filósofo y docente de filosofía de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) y Marcelo Gullo, doctor en Ciencias Políticas por la Universidad de El Salvador y Magister en Relaciones Internacionales. Luego, prosiguió con el panel del cual formó parte Julio Piumato, Iciar Recalde y contó con la destacada presencia de Alexsandr Dugin, quien es filósofo, analista geopolítico e historiador de religiones.

El “mentor filosófico” de Putin sorprendió con sus apreciaciones sobre Perón

El doctor en Ciencia Política y Magister en Relaciones Internacionales, Marcelo Gullo, estimó que Dugin “es uno de los más importates intelectuales del siglo 21, un gran creativo que plantea el problema del ser contra un mundo que ya plantea el transhumanismo”.

Durante la misma jornada, Gullo manifestó que “el peronismo, antes de ser infectado por el neoliberalismo en la década de los 90 y por el progresismo en las primeras dos décadas del nuevo siglo, se planteó como una tercera posición superadora del liberalismo y del marxismo para la construcción de una Comunidad Organizada, tal como Perón la había explicitado en aquel ya lejano 9 de abril de 1949”.

Después de indicar que esa idea “ha sido abandonada por la dirigencia liberal y progresista” y que “el peronismo dejó de ser un movimiento de liberación nacional”, el creador de la teoría de la “Insubordinación Fundante”, dijo que hoy se ha convertido “en un partido de administración colonial”.

EL REGRESO DE LOS GRANDES TIEMPOS

Estoy de acuerdo con Brandon W. Hawk en la esencia. Amo la Edad Media y odio la modernidad. Para mí, la Ilustración está totalmente equivocada, y la ciencia moderna y la visión mundial “científica” moderna más amplia se basan en una mentira. Creo en Dios, los ángeles y el Espíritu Santo, no en Descartes, F. Bacon o Einstein. Creo que Platón y Aristóteles tenían toda la razón y sus detractores atomistas estaban absolutamente equivocados. Estoy seguro de que los Padres de la Iglesia son portadores de la verdad absoluta y que la filosofía moderna es la radiación de la mente del Ángel caído: Satanás. Estoy seguro de que el Apocalipsis está cerca, y considero el liberalismo y la globalización como signos claros de la aproximación del Anticristo y el Fin de los Tiempos. Soy tradicionalista y seguidor de los eslavófilos rusos, de Dostoievski, de Soloviev, de varios filósofos y monárquicos religiosos rusos. Aprecio mucho las ideas de René Guénon y Julius Evola. Estoy absolutamente a favor de la antigüedad y la Edad Media y absolutamente en contra de la modernidad en todas sus formas. Así que tengo una visión del mundo anti-moderna y anti-occidental (cuando la modernidad y occidente significan lo mismo), y veo la modernidad como la catástrofe y el declive de occidente. Filosóficamente, estoy de acuerdo con Heidegger en que la modernidad se basa en el olvido del ser, y hago un llamamiento a las personas que piensan para despertar al nuevo descubrimiento del ser. Considero a la Inteligencia Artificial como la personificación final de das Man (o Gestell) y lo considero que es el Anticristo, o una de sus cabezas.

 

Dugin en Shanghái (IV): China en las Relaciones Internacionales

Podemos describir el Dasein (此在) chino usando el método de Heidegger en términos del Ser-chino. Ustedes no pueden ser sin ser primero chinos. Siendo chinos ustedes entienden cuál es el significado del Ser chino, pero sin tener todavía acceso a este entendimiento existencial. El Ser-en-el-mundo, Im-der-Welt-Sein, se puede traducir aquí como el Ser-en-el-mundo-chino. La palabra china no es Zhōngguó (中国), el Estado chino, sino el mundo que ustedes interpretan, ven y crean en el curso de su interpretación. Ustedes pueden vivir en el mundo chino mientras estén dentro o fuera de China. Ser-con, Mit-Sein en alemán, otro concepto de Heidegger, es el núcleo de la identidad china, como ustedes no pueden estar solos, sino siempre rodeados de otros chinos. Ustedes están con su familia, sus ancestros, con el Otro, con el sistema de escritura chino, sus pensamientos. Ese es el diálogo chino. Ustedes están siempre con. ¿Con qué? Con algo chino.

Dugin en Shanghái (III): Multipolaridad, Unipolaridad y Hegemonía

La unipolaridad ganó terreno en los debates teóricos de las Relaciones Internacionales después del colapso de la Unión Soviética. Ese momento fue declarado como el “momento unipolar” por Charles Krauthammer. El “momento unipolar” significa la creación del concepto de un sistema unipolar en la realidad concreta con un polo y una periferia. Pero Krauthammer no estaba seguro si esto duraría para siempre o si terminaría dentro de poco. Entonces usó con mucha certeza el término “momento unipolar”. Después del fin de la Unión Soviética, fue confirmado el sistema unipolar, por ejemplo, en varios niveles, como el “Fin de la Historia” declarado por Fukuyama. No existía una confrontación entre polos o sistemas, solo existe un sistema: la democracia liberal capitalista con la sociedad de mercado, con Occidente reconocido por todos como el “líder del mundo”. Además, existe Occidente y el Resto. El Resto debe seguir a Occidente – esa es la esencia de la unipolaridad. Existe un único polo, un sistema, un sistema global – eso es la globalización. Así que la unipolaridad era comprender, en términos realistas, el mismo concepto de globalización, el Fin de la Historia o el momento unipolar.

Dugin en Shanghái (II): Geopolitica

La geopolítica es una rama del análisis estratégico. Existen algunos vínculos entre las teorías de las Relaciones Internacionales y las teorías geopolíticas, pero la geopolítica es un campo absolutamente original e independiente del pensamiento estratégico y de análisis. En esta conferencia vamos a centrarnos en los paradigmas, conceptos, escuelas y principales debates de la geopolítica.

La geopolítica puede ser definida como una disciplina que estudia las relaciones e interacciones entre los Espacios (Territorios), Estados, Civilizaciones, Pueblos y Economías. Este contexto es mucho más amplio que el de las Relaciones Internacionales, porque las teorías de las Relaciones Internacionales sólo estudian las relaciones entre los Estados. La geopolítica es mucho más amplia. Primero que todo, se centra en las relaciones entre el Estado y el espacio (territorio) – pero no exclusivamente, entre cultura a cultura y pueblo a pueblo, todo en el espacio. El espacio en la geopolítica juega el mismo papel que el tiempo en la historia. El análisis geopolítico está basado en la centralidad del espacio.

El extraño viaje de Miguel Díaz-Canel (II)

Debemos ser realistas. Donald Trump es realista. Una posible salida al estancamiento en las relaciones Cuba-Estados Unidos quizás deba pasar por un pacto no ideológico: un pacto más allá del liberalismo y del comunismo. Un pacto apoyado exclusivamente en el contexto de la realpolitik.

El poder político en Cuba, por lo que yo aprecio, niega el realismo, se niega a la realidad. De ahí la falta de acuerdo. Cuba ha de comprender ante todo que Trump es realista, como Putin es realista, como Xi Jinping es realista.

El realismo en las relaciones internacionales puede ser la estrategia más importante, más eficaz para Cuba en sus relaciones con Trump, con los Estados Unidos y, pienso, también con otros países.

El extraño viaje de Miguel Díaz-Canel (I)

Mi vocación me lleva en esa época a profundizar en los autores y estudios dedicados a la geopolítica, especialmente Carl Schmitt. Pero también centro mi interés en la tradición rusa y los estudios eurasistas. Cuando cayó la Unión Soviética, en ese mismo momento, yo ya estaba preparado para ofrecer una alternativa al liberalismo y al comunismo.

Desapareció la censura, así que pude fundar el semanario Den (El Día) y comencé a publicar mis primeros artículos. Casi al mismo tiempo empiezo a impartir clases de geopolítica a los políticos y militares rusos. Fui yo quien introdujo la geopolítica en el Estado Mayor, porque los generales rusos se dieron cuenta de que la OTAN, contrario a lo que podría esperarse, continuaba siendo una amenaza tras la caída de la Unión Soviética, aunque ya no fuera a través de la visión ideológica del campo socialista contra el campo capitalista.

Dugin en Shanghái (I): Las Relaciones Internacionales

Las relaciones internacionales tratan del Estado como tal. Esto es muy importante. En el centro de esta ciencia, de esta disciplina, se encuentra el concepto de “nación”. Los Occidentales consideran que la nación es un valor político. El Occidente piensa la política en términos del “Estado nación” la cual es la norma desde la paz de Westfalia, y es su actitud formativa. La Nación es un Estado nacional (Etat-Nation), no es ni el pueblo ni el grupo étnico. Las Relaciones Internacionales son relaciones entre Estados. ¿Qué clase de Estados? Estados Occidentales modernos. Este es el primer y más importante principio. Cuando estamos tratando con el concepto de Estado, estamos tratando con un concepto histórico Occidental acerca de cómo la realidad política debe ser organizada y estudiada.

El Dasein y la Cuarta Teoría Política

Toda la obra filosófica de Heidegger, y especialmente su libro El Ser y el Tiempo[2] gira en torno a la “pregunta por el ser”. Para Heidegger el “ser” es el más universal de los conceptos, pero al mismo tiempo es el más oscuro. El “ser” no puede concebirse como “ente” o cosa, ni puede ser objeto de un determinado predicado. Por otro lado el “ser” es el más comprensible de los conceptos, pues en todo conocer, en todo predicar respecto a un ente, se hace uso del término “ser”, y es compresible sin más

Europa empieza poco a poco a revelarse

Los pueblos no son libres hasta el momento que este gobierno mundial caiga, necesitamos luchar todos contra este gobierno en todos los países. Tenemos el gobierno italiano, tenemos en Hungría a Orban, tenemos a Vladimir Putin con el apoyo del pueblo ruso, tenemos Irán, tenemos en nuevo curso de Erdogan, tenemos la gran China que representa la potencia, la segunda economía del mundo, que rechaza y niega esta hegemonía unipolar, este globalismo occidental. Tenemos Trump, Bannon, tenemos la revolución de América profunda que se ha mostrado en las elecciones de Trump, tenemos mucho, pero no debemos subestimar su fuerza actual.

Son muy poderosos los grupos de Soros, pueden influenciar a los gobiernos. Tengo esperanza que un día en España también aparezca el frente populista común entre la derecha populista y la izquierda populista pero necesitará superar el antifascismo y el anticomunismo porque sirven a los liberales para dividir entre los populistas de derecha y de izquierda, por tanto en la lucha común contra los liberales, los populistas pueden tener la victoria.

Portavoz del Estado profundo ruso

Con el fin del comunismo, el Estado profundo ruso perdió la posibilidad de entender la política internacional. En esa época, introduje mis ideas de geopolítica en el Estado mayor ruso. Para los militares rusos, la geopolítica empezó a servir para entender lo que pasaba en las relaciones internacionales. Putin era el representante de ese Estado profundo –militar, procedente de los servicios secretos– y fue influenciado por estas ideas. La noción de una Unión Euroasiática la declaró por primera vez el presidente de Kazajistán, Nursultán Nazarbayev, en los años 90. Yeltsin no la aceptó, pero tampoco la rechazó. A Putin, que ideológicamente es menos liberal, esta concepción de la geopolítica le era mucho más natural. Esto explica algunos aspectos de su política desde el inicio. Los virajes existían, pero también un marco general euroasiático.

Podemos entender bien la política exterior de Putin si comprendemos que es realista: no es liberal, cree en la soberanía como un valor que está amenazado y no debe desaparecer. El eurasianismo como contexto geopolítico y el realismo como defensa de la soberanía son dos llaves para comprender a Putin. En algunos momentos es más realista que eurasianista: por ejemplo, con Afganistán tras el 11 de septiembre, cuando intenta colaborar en base a intereses compartidos. Putin pensaba que como los talibanes son salafistas, igual que quienes atacaban al Estado ruso en Chechenia, sería posible convencer a los estadounidenses de que se trataba de un enemigo común. Pero como señaló Zbigniew Brzeziński, los musulmanes que luchan contra los rusos son freedom fighters, no terroristas. Un doble rasero.

El pacto histórico con la Patria

Al analizar la relación existente entre la experiencia de la Rusia soviética y la ortodoxia marxista, correlacionándolas, Gramsci llegó a una conclusión de veras interesante: en determinados contextos históricos, es posible ignorar la ausencia de las condiciones revolucionarias infraestructurales. En otras palabras, si hay una vanguardia política compuesta por militantes altivos, corajudos, fuertes, insertados dentro de una fuerza política (partido), y si la misma es suficientemente consistente, es posible actuar de modo ajeno a las condiciones infraestructurales: una vez que se tome el poder, esas condiciones podrán ser establecidas.
En cierto sentido, dicha idea fue anticipada por Lenin en su El estado y la revolución (como señalaría Trotsky), esto es, la perspectiva de la toma del poder en un país agrario para en él hacer efectivas reformas, llevándolo a un patrón industrial y, simultáneamente, estimulando revoluciones socialistas de pleno derecho en países de Europa occidental. Gramsci fue capaz de traducir esa realidad paradigmáticamente.
Para Gramsci, el leninismo es algo diferente del marxismo, una vez que se funda en la tesis (no) marxista de que el eje de la vanguardia política puede actuar antes de establecidas las condiciones de posibilidad concretas: noción que es confirmada por la experiencia rusa y china.

El horizonte cósmico de posibilidades de la Cuarta Teoría Política rumbo a la superación de la posmodernidad

La importancia del Dasein para expurgar el continente europeo del atlantismo se basa en el hecho de que Europa es considerada, en la posmodernidad, “la periferia de Norteamérica (la capital mundial), como cabeza de puente del occidente norteamericano en el gran continente euroasiático. Europa es vista como parte del Norte rico, no en la toma de decisiones, sino como un socio menor, sin intereses propios y características específicas. Europa, en tal proyecto, es percibida como objeto y no como sujeto, como una entidad geopolítica privada de voluntad y de identidad autónoma, de soberanía real y reconocida “(Dugin, p. 243; [p.250, ed. esp.])

La inclusión del Dasein en la arquitectura geopolítica del Cuarto Nomos de la Tierra tiene como objetivo liberar a Europa de los influjos talasocráticos de la hegemonía estadounidense en virtud de la puesta en práctica de un programa pluriversalista que priorizará la multipolaridad, centro magnético y principal directriz epistemológica de la Cuarta Teoría Política. La creación de núcleos políticos autónomos en los que la soberanía de cada Estado-nación sea debidamente respetada desencadenará una disminución progresiva del hegemón imperialista, suscitando la extensión del horizonte cósmico de posibilidades de cada pueblo y permitiendo a las diferentes naciones del globo formar proyectos de vida que juzguen adecuados a sus prioridades. No debemos olvidar que, para Dugin, “la espacialidad es uno de los componentes existenciales más importantes del Dasein, por lo que la apelación al ‘Cuarto Nomos de la Tierra” puede ser vinculada a la hipótesis del tercer sujeto de la Cuarta Teoría Política”

Siria bajo fuego: Primer análisis

La naturaleza de los primeros ataques aéreos con misiles de los EEUU, Reino Unido y Francia fueron más bien improvisados y simbólicos.

Las fuerzas iraníes, rusas y de Hezbollah no fueron atacadas. Assad no sufrió estratégicamente. La oposición siria, que esperaba mucho más, no obtuvo ninguna ventaja seria. Se están realizando manifestaciones masivas en apoyo de Assad en Damasco.

Los comentaristas rusos han remarcado que la propia Francia no lanzó misiles, todos los misiles fueron lanzados por las fuerzas militares británicas y estadounidenses.

A juzgar por el hecho de que todos los misiles fueron lanzados contra objetivos a una distancia prudente de la ubicación de los soldados rusos, parece que la línea de Mattis ganó en Estados Unidos, en oposición a la de Bolton, que ha insistido en atacar directamente a los iraníes y Rusos.

Israel también insistió en lo último.

POSANTROPOLOGÍA

Una sociedad concreta (fenomenal) siempre se compone de dos partes: la superficie y la subterránea. La parte superficial es lo que normalmente denominamos «sociedad», es decir, una esfera de actividad racional donde prevalece el logos (λόγος). Esto es el dominio de lo «diurno». La parte subterránea es la oscuridad, la isla submarina del inconsciente colectivo, la región de la noche social (lo «nocturno»), donde manda el mito (μύθος).

Durante algún tiempo, la ciencia progresista creyó que estas dos partes estaban situadas en orden diacrónico. En los tiempos antiguos (y entre los pueblos «primitivos», el desafortunado «residuo» de la antigüedad), el mito era predominante. Pero el progreso de la civilización suplantó gradualmente el orden mitológico y lo reemplazó con un orden basado en el logos. La comunidad, o Gemeinschaft, es reemplazada por la sociedad, o Gesellschaft (F. Tönnies). Pero esta exaltación optimista no duró mucho tiempo. Mientras que la fe ciega en el supuesto progreso reinaba casi incuestionablemente en la Europa Occidental de los siglos XVIII-XIX, el subconsciente, donde predominan las leyes eternas e inmutables del mito, fue descubierto a principios del siglo XX.

El neoliberalismo es un dogma para fanáticos

Un estado soberano se convierte en un enemigo a ser eliminado en el exacto momento en el cual adopte un modelo de desarrollo económico y geopolítico diferente del credo elaborado por la maquinaria mediático propagandística de Washington y Londres: ningún sujeto puede tener la libertad de ser no liberal. Credo, quia absurdum est.

Desde este punto de vista, entendemos perfectamente cómo, a partir de los años 50 del siglo pasado, los principales aliados del liberalismo atlántico han sido fundamentalistas islámicos, neonazis y juntas militares.

Trump: reconocimiento como "príncipe de este mundo"

Trump ya nos ha dado muchas sorpresas. Y nos trae nuevas cada vez. Inicialmente, fue rechazado por el establishment estadounidense, pero él decidió entonces desafiarlo, y construyó su campaña electoral sobre el anti-globalismo. La sorpresa fue que se aventuró a dar tal paso, pero todavía más lo fue - una sorpresa aplastante esta vez - el que se convirtiera finalmente en presidente de los Estados Unidos: POTUS. Casi nadie esperaba esto. Sorpresa.

Al llegar a la Casa Blanca, comenzó a parecer débil y vacilante, entregando uno tras otro a sus partidarios bajo la tormenta de las críticas de los demócratas y de los medios corporativos. Sus oponentes, sintiendo su flaqueza, comenzaron a preparar la situación para su impeachment. El acento principal fue puesto en una "huella rusa" puramente imaginaria. Trump parecía estar confundido y a la defensiva.

OCCIDENTE Y SU DESAFÍO

La última metamorfosis de Occidente durante su transformación hacia la posmodernidad, que hemos descrito anteriormente, es una construcción puramente teórica. Tal imagen fue elaborada al inicio de la década de 1990, por lo que la lógica de la historia del mundo fue conceptualizada por tanto por aquellos pensadores que aún se conservan en Occidente, antes de que se ceda finalmente el camino a la poshumanidad (posiblemente a autómatas pensantes). Pero entre esta concepción teórica y su encarnación había una brecha decisiva. La reflexión sobre la naturaleza y la estructura de tal Occidente y de tal posmodernidad condujeron incluso a sus propios ardientes apologistas a un estado de horror y desesperación. Por ejemplo, en cierto momento Francis Fukuyama comenzó a regresar de esa imagen ideológica que él mismo dibujó al inicio de la década de 1990 y se ofreció a devolverla, manteniendo a Occidente en la condición en que se encontraba antes de que hubiera llegado a su estación final. Los críticos de Fukuyama, incluido Huntington, también exageraron la calidad y la cantidad de esas barreras a superar por Occidente con el fin de convertirse en verdaderamente global y ubicuo. Desde diferentes puntos de vista todo el mundo empezó a aferrarse a los restos de la modernidad, con sus gobiernos nacionales, la fe en el progreso, sus moralizaciones, tutelaje y fobias, a las que todos hace mucho tiempo se han acostumbrado. Entonces se decidió prolongar el movimiento al objetivo previsto, o al menos simular el balanceo de los vagones y el estruendo de las ruedas en las ensambladuras de los raíles.

Hoy, Occidente mora precisamente en esta brecha entre eso en lo que teóricamente debe convertirse en la época de la globalización, y por el hecho de haber superado todos los obstáculos y derrotado a todas las alternativas, y lo que de ninguna manera quiere reconocer como la nueva arquitectura global de la posmodernidad - con un agujero en vez de un centro. Sin embargo, en este vacío, infinitamente pequeño y en contracción constante, ocurren procesos muy importantes que constantemente cambian la imagen del mundo en general.

LA TERCERA POSICIÓN DE PERÓN EN LA ERA DE LA CUARTA TEORÍA POLÍTICA DE DUGIN

Dugin lanza su Cuarta Teoría Política como la superación de la modernidad y sus excrecencias, entre ellas, como decía arriba, las naciones. Pero también su teoría se presenta como una superación del h ombre moderno y de los sistemas que se fundan en ese hombre: la Primera Teoría Política o Liberalismo, la Segunda Teoría Política, el marxismo y la Tercera Teoría Política, el Fascismo. El fascismo es derrotado definitivamente en la Segunda Guerra Mundial, el Marxismo en 1991 con la caída de la Unión Soviética y solo queda vigente como único triunfador, el liberalismo. Robustecido y expandido a nivel mundial, está hoy en trance a su nueva etapa llamada neoliberalismo acorde a la nueva era post moderna.

Dugin cree que ninguna de estas Teorías Políticas puede superar la modernidad, pues son hijas de ella misma y poseen los mismos fundamentos: el hombre-sujeto de Descartes.

La dimensión colectiva del “Dasein”

Lo que para el liberalismo es el individuo, para el marxismo es la clase social y para el neoliberalismo el “postindividuo”, es decir, el sujeto sobre el que pivota una teoría política, para la Cuarta Teoría Política (en adelante CTP) lo es el Dasein. El Dasein es, según Heidegger, el ser humano entendido como “ser-ahí”, como único ente capaz de “preguntar por el ser” y que es a la vez ser-en-el-mundo, ser-en-el-tiempo y ser-con-los otros. En este artículo nos concentraremos en el Dasein y en explicitar su dimensión colectiva y sus características existenciales que le diferencian del sujeto cartesiano, que es el correlato metafísico del individuo como sujeto del liberalismo, primera teoría política de la Modernidad.

Para intentar entender la idea de Dasein debemos hacer un recorrido por el pensamiento de Heidegger, desde el supuesto “olvido del ser”, que se produce en los albores de la filosofía griega, la “pregunta por el ser” y la analítica existencial del ser humano como preparación al estudio de la esencia del ser u ontología.

Máscara y rostro de la posmodernidad contemporánea

El posmodernismo se presenta de manera confusa, casi bifronte. Decir pos es filosóficamente un no decir, en cuanto la colocación temporal de una noción no establece el contenido explicativo ni, sobre todo, de verdad. Para considerar la transfiguración del todo profana del posmodernismo intentaremos valernos de la contribución de dos estudiosos contemporáneos de gran estatura y, para permanecer en el campo de las anomalías, de antitética procedencia cultural. Nos referimos a Mario Tronti, padre del operaismo [obrerismo] italiano y fino filósofo político, y de Alexandr Dugin, tradicionalista y eurasista ruso.

El eco evoliano de este título pretende, entre lo serio y lo gracioso, evocar un problema cultural – y por qué no, espiritual – de nuestra época. Al igual que en el siglo pasado un “idealista mágico” ha puesto de manifiesto la naturaleza ambivalente del espiritualismo, forma degenerada de la espiritualidad tradicional, es hoy oportuno denunciar la estructura ambigua y escurridiza del posmodernismo, hijo espurio de la modernidad. Filiación de signo negativo aquella detectada por Evola; partenogénesis de signo dudoso, digna de un debate, el del paradigma político, cultural y existencial del posmodernismo. Porque si bien todos los ismos merecen reservas – y Nietzsche ya lo ha dicho todo al respecto – el estatuto del posmodernismo es precursor de dinámicas perennemente inestables, resbaladizas, claroscuras. A ratos inefable, este Jano bifronte – sobre cuya propia existencia autónoma, desvinculada de la moderna, se complace el debate teórico – comporta infinitos problemas de definición. Se cierne como una quimera, el sueño monstruoso que todos soñamos en los momentos de lucidez y que la vigilia de la razón deja olvidado en nombre del sensus communis.

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